CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Incendio subterráneo en Pueblo Viejo, ‘más común de lo que pensamos’: expertos

La zona donde apareció una grieta, hace cuatro días, en un campo de futbol de la comunidad de Pueblo Viejo, Michoacán, permanece acordonada; el lugar tiene una extensión aproximada de 400 metros cuadrados.

El material incandescente, con una temperatura de hasta 400 grados centígrados, está casi de manera superficial y tiene hasta dos metros de profundidad.

La visita de geólogos y especialistas convirtió el pueblo en una zona de interés para curiosos, a pesar de la preocupación que representa para los habitantes de la comunidad.

Las autoridades locales aseguraron que la inusual actividad en el campo inició con el hundimiento de la tierra y salida de humo, pero con el paso de los días, el terreno se ha ido perforando en dirección al oriente, donde se registra mayor incandescencia.

Amiel Nieto, jefe de vulcanología del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señaló que el material “es materia orgánica” y que “los volcanes no tienen esta composición”.

Ramón Espinasa, subdirector de Riesgos Volcánicos del Cenapred, indicó que la zona fue un pantano, donde “se acumuló mucha materia orgánica y de alguna manera este suelo se empezó a quemar y es lo que se viene quemando, por debajo de la capa más superficial de suelo”.

Se desconoce qué ocasionó el incendio. Si hubiera sido un volcán, se habrían registrado sismos y oliera a azufre, sin embargo, huele a madera quemada.

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descartaron que se trate de un nuevo volcán.

Antonio Pola, geólogo de la UNAM, explicó que la inusual actividad “se debe a la combustión de material orgánico y vegetal acumulado o atrapado a poca profundidad, en sedimentos como depósitos de turba. Es un suelo rico en carbono y material orgánico”.

Las turbas son una acumulación de material orgánico rico en carbono, su combustión puede durar días, meses o incluso años.

Carlos Valdés, director del Cenapred, detalló que el “material orgánico que ha quedado sepultado, y que por la presencia escasa de oxígeno, se va consumiendo a través de una combustión lenta en donde el proceso más evidente es el incremento alto de calor”.

A este proceso, el nombre que se le asigna es una combustión sorda y es más común de lo que pensamos”, precisó.

Por ejemplo, en el pueblo de Centralia, en Pensilvania, Estados Unidos, existe un incendio subterráneo que lleva 55 años consumiendo una antigua mina de carbón. Especialistas estiman que seguirá ardiendo 250 años más.

Otro incendio similar ocurre en la ciudad carbonera de Jharia, en India, que inició en 1916 y hasta el momento no se ha controlado.

 

Con información de Sarahí Méndez.

 

RMT