ESTADOS UNIDOS

Imposible que Trump cambie de opinión sobre control de armas, según Bannon

El exjefe de estrategias de la Casa Blanca, Stephen Bannon, consideró que sería “imposible” que el presidente Trump cambie de opinión respecto al control de armas en Estados Unidos, después del tiroteo en Las Vegas, y añadió que sería el “fin de todo”, según información publicada por The Hill, un sitio estadounidense de periodismo.

“Imposible: será el final de todo”, dijo Bannon, según The Hill, a un reportero de la página web Axios, cuando se le preguntó si podía ver al presidente apoyando las restricciones al control de armas.

De acuerdo a la información, el exestratega Bannon afirmó que para los partidarios de Trump sería peor que éste respaldara una legislación de control de armas que si aprobara una ley de amnistía para inmigrantes indocumentados.

Los comentarios de Bannon se producen luego de que un hombre de 64 años, identificado como Stephen Paddock disparara, desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay, en Las Vegas, contra una multitud que asistía a un concierto de música country.

La cifra de muertos en el tiroteo, ocurrido la noche del domingo, asciende a 59, mientras que ya son 527 los heridos, según informaron las autoridades. En una rueda de prensa, el alguacil del condado de Las Vegas, Joe Lombardo, detalló la nueva cifra de víctimas y añadió que el autor no sólo tenía otras 18 armas en su poder, sino también explosivos y otros dispositivos que están siendo analizados y que guardaba en su casa de la localidad de Mesquite, también en Nevada.

Horas después del tiroteo, el presidente Trump emitió un mensaje en el que condenó los hechos, pero no hizo referencia alguna al control de armas en Estados Unidos.

Trump desterró cualquier mención al control de armas en la respuesta presidencial a los tiroteos masivos en Estados Unidos, una posición que contrasta con los apasionados alegatos sobre el tema de su predecesor, Barack Obama, y que augura dificultades para avanzar en ese tema durante su mandato.

Trump, que hace seis meses prometió a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) -un poderoso grupo de control que se opone a reforzar el control de armas- que tendrían un “amigo” en la Casa Blanca, ha obviado el tema en su respuesta a los dos grandes tiroteos ocurridos durante su mandato, incluido el de este domingo en Las Vegas.

La sobria petición de unidad nacional que hizo Trump en su discurso, cuidadosamente desprovisto de tono político, contrasta con las vehementes llamadas a la acción que solía entonar Obama (2009-2017), alguien que admitió que la mayor frustración de su presidencia era no haber podido reforzar el control de armas.

En gran medida, la disparidad tiene que ver con la afiliación política: tradicionalmente, los demócratas piden un refuerzo del control de armas después de cada tiroteo, y los republicanos les acusan de “politizar” la tragedia y evitan, así, cualquier debate sobre el asunto.

Pero la reticencia de Trump es especialmente marcada: durante la campaña de 2016 obtuvo un respaldo temprano de la NRA e insistió una y otra vez en su defensa incondicional de la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas y sirve como argumento a quienes se oponen a restringir su uso.

Un mes después de llegar al poder, Trump firmó una ley que suspendía una regulación de Obama para impedir que las personas con problemas mentales puedan acceder a la compra de armas, y en abril se convirtió en el primer presidente en dar un discurso ante la convención anual de la NRA desde Ronald Reagan en 1983.

 

Con información de http://thehill.com  y agencia EFE.

 

AAE