CRIMEN Y SEGURIDAD

Identificarán cuerpos depositados en fosa común de la Ciudad de México

Si hay coincidencia entre estos registros que nos mandan y lo que nosotros tenemos en el banco de datos, se le adjunta la credencial de elector de la persona fallecida”, explicó Enrique Andrade González de la Comisión Federal del Registro de electores del Instituto Nacional Electoral (INE).

Este el caso de Mario Ruiz Morales, quien fue visto por última vez afuera de su casa en Tlaquepaque, Jalisco, el 8 de noviembre de 2015.

  Sentí bien feo porque se desapareció de aquí de la colonia”, dijo Socorro de Jesús Sánchez, esposa de Mario.

Su esposa e hijos lo buscaron durante un año y nueve meses.

Empezamos a buscarlo a ir por calles, repartir volantes y preguntar a la gente”, relató Inocente Ruiz de Jesús, hijo de Mario.

La familia Ruiz Sánchez jamás imaginó que el cuerpo de Mario se encontraba en la fosa común de la Ciudad de México desde el 6 marzo de 2016. Hasta la fecha, se desconoce cómo es que el señor Mario Ruiz Morales, de 74 años de edad, llegó a la Ciudad de México, dónde vivió y cómo sobrevivió casi cuatro meses.

Las investigaciones revelaron que el 3 de febrero de 2016 ingresó en calidad de desconocido al Hospital Dr. Gregorio Salas, donde murió a causa de una bronconeumonía.

En la fosa común hay miles de personas que no han sido identificadas porque los familiares no han tenido la oportunidad de acceder a esta información”, indicó Diana Sonia García López, agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Las huellas dactilares obtenidas del cuerpo fueron confrontadas con el banco de huellas de 87 millones de personas inscritas en el padrón electoral.

El perito dactiloscopista es el que determina la identidad o no de esta persona, afortunadamente todos los casos que nos han mandado han sido positivos”, dijo María Antonieta Castillo Rodríguez, jefa del departamento de identificación del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).

De esta forma se obtuvo la credencial de elector de Mario. Un equipo interdisciplinario de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México ubicó a sus familiares en Tlaquepaque, Jalisco, y el 16 de agosto pasado les dieron la noticia.

El otro día le dije: Hijo busca dinero para que me lleves a donde esta él, no tenemos dinero, así es la cosa”, comentó Socorro de Jesús Sánchez, esposa de Mario.

Mientras ésta familia resuelve la situación, miles de restos de personas no identificadas que se encuentran en la fosa común, comienzan a tener rostro y nombre.

Poco más de 420 personas ya han sido identificadas gracias a este trabajo entonces, yo creo que es algo positivo”, dijo Enrique Andrade González de la Comisión Federal del Registro de electores del INE.

Tan sólo en la Ciudad de México, en la fosa común han sido depositados los restos de aproximadamente cuatro mil personas que no fueron identificadas en la última década.

Con información de Santos Mondragón

LHE