Sebastián Acosta González, un obrero de 41 años de edad, salió a las 06:30 horas del miércoles, rumbo a su trabajo. A unos cien metros de su vivienda, ubicada en la ranchería El Desecho, en el municipio de Huimanguillo, en Tabasco, aparecieron unos hombres que lo asesinaron para robarle su motocicleta.
Emilia Rosaldo Ramos, familiar de Sebastián, expuso que la víctima “ha de haber puesto resistencia, porque no es la primera vez que le roban su moto… Con esta son tres motos que le robaron ya… Esta vez lo mataron”.
José Guadalupe Parra, otro de los familiares de Sebastián, mencionó que la persona asesinada era humilde y que “la moto es para su transporte”.
Sebastián trabajaba en una empresa procesadora de alimentos.
En junio del año pasado, le robaron su moto en el periférico de Huimanguillo.
Hace un par de meses compró una motocicleta nueva, que no había terminado de pagar.
La segunda moto que le robaron a él hubo testigos. Se conoció a las personas, se hizo la demanda y al tercer día quedó libre”, el presunto asaltante, comentó Emilia Rosaldo.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó que durante 2016, 2017 y los primeros meses de 2018, el municipio de Huimanguillo registró la mayor tasa de homicidios dolosos y robo con violencia, en Tabasco.
Efraín Rodríguez León, asesor jurídico del Comité de Derechos Humanos de Tabasco, explicó que “con la reparación del daño, el delincuente vuelve a quedar en libertad y sigue delinquiendo, por eso es la historia de nunca acabar”.
En punto constató que dos policías municipales armados vigilan la cuadra donde vive la madre del alcalde con licencia, José Sabino Herrera Dagdug, el político perredista que busca la reelección en el municipio.
Hace unas semanas, habitantes de Huimanguillo captaron a un policía municipal cargando compras que hizo la madre del alcalde, en el mercado.
Lo que sucede en el municipio es parte de la violencia que se ha vuelto cotidiana en Tabasco, donde todos los días se publican notas de asesinatos, asaltos, secuestros y linchamientos.
En el 2016, tenemos que se registraron 168 linchamientos, en el estado… En el 2017, se suscitaron 81 linchamientos… En lo que va este año, llevamos contabilizado 22 casos… Prefieren hacerse justicia por propia mano… Más tardan en ponerlos a disposición de la autoridad que dejarlos en libertad”, detalló Efraín Rodríguez León.
Emilia Rosaldo concluyó que “hay mucha inseguridad. Los rateros pasan al lado de uno y uno tiene que agachar la cabeza, porque no hay… justicia para nosotros”.
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Con información de Fátima Monterrosa.
RMT
