CRIMEN Y SEGURIDAD

Familia y amigos despiden a Hugo Leonardo Avendaño

Su cuerpo fue velado en la iglesia donde apoyó como acólito por más de diez años

En medio de porras, aplausos y exigencias de justicia, fue despedido en la Iglesia del Cristo Salvador, Hugo Leonardo Avendaño, estudiante asesinado en la alcaldía de Tlalpan.

Su cuerpo fue velado en la iglesia donde, por más de diez años, Leonardo apoyó como acólito.

Los asistentes reclamaron “a los gobiernos de antes, ¿qué nos dejaron?, y al de hoy, que actúe. Esto ya no es justo, ya no es vivir”.

Reclamaron que no hay justicia si “nos quitan a un joven lleno de amor; lo único que hacía era predicar la palabra de Dios, el amor por favor, la misericordia”.

Señalaron que, como estudiantes, “no es posible que vivamos con miedo, que peleemos en nuestras calles con angustia”.

Este mediodía, sacerdotes a quien apoyó Hugo Avendaño en el servicio a la comunidad, lo despidieron con una misa de cuerpo presente.

El presbítero Esbyn Rolando destacó que Hugo Leonardo “estaba muy contento de estar aquí; se sentía querido, se sentía amado […] gracias también porque nos dio su vida, nos dio su cariño, su amor” y pidió “un fuerte aplauso”

Familiares y amigos, exigieron a las autoridades detener a los responsables del homicidio.

“Seguro eso no fue un asalto, fue algo personal, porque lo torturaron, era una persona que siempre buscaba la justicia y por eso le pasó esto y por eso también le exijo a las autoridades que busquen quiénes fueron y hagan que paguen, porque no se lo merecía […] esto fue premeditado y fue para callarlo”, apuntó Josué Vicente Avendaño, hermano de la víctima.

El sacerdote Francisco Javier Bautista demandó “que agarren a la víbora, pero hay que sacarnos nosotros el veneno; ése es el perdón de que nosotros damos […] que Dios lo perdone, nosotros también, pero que la justicia haga lo suyo”.

En agosto, Hugo Leonardo iba a comenzar sus estudios de teología para consagrarse como sacerdote.

“Hermano, padrino, te voy a extrañar mucho, quedan pendientes nuestras hamburguesas y espero siempre cuides de mí”, señaló Ricardo Cervantes, amigo de la víctima.

Hoy su cuerpo fue cremado en una funeraria al sur de la Ciudad de México.

(Con información de Elizabeth Mávil)
tfo