CRIMEN Y SEGURIDAD

Hospital La Raza negó la cesárea, denuncian padres de bebé fallecida

Con 37 semanas de embarazo y contracciones cada 10 minutos, Mitzi Ramírez, de 28 años de edad, ingresó al hospital de gineco obstetricia número 3 del Centro Médico Nacional La Raza, el 28 de abril pasado.

Cuando llegué me revisaron y me dijeron que yo llevaba cuatro centímetros  de dilatación”, recordó Mitzi Ramírez, madre de bebé fallecida.

Tres días después, el 1 de mayo, se le rompió la fuente y avisó a las enfermeras.

Me dijeron ‘ah sí, es normal, vete a acostar, ahorita le avisamos al doctor, pero me atendieron hasta el día siguiente, le pregunté al doctor porque no me programaba para cesárea y me dijo ‘no, tu cadera está super bien para el parto natural’ “, relató Mitzi.

“Me dijeron que se negaban a programarla para una cirugía por el desabasto de sangre que, según ellos, estaba pasando la clínica, después de seguir insistiendo y de seguir preguntando y pedir una alta voluntaria, me dijeron que estaban saturados en el quirófano”, comentó Edgar Espino, esposo de Mitzi.

Aproximadamente a las dos de la tarde del jueves 3 de mayo, a Mitzi le hicieron una revisión y el doctor le dijo que el producto estaba bien.

Me puso el aparato que le llaman dopler, se oía el latido del bebé y me dijo ‘mire suena bien’, esa fue la última vez que sentí a mi bebé y yo le dije a la enfermera ‘señorita siento mi estómago muy blando y muy chiquito’ “, agregó Mitzi.

De inmediato Mitzi fue llevada a urgencias para un ultrasonido. A las cinco de la tarde les informaron que el corazón de la bebé ya no latía.

Le dije ‘¿qué está pasando?’ y me dijo: ‘es que ¿qué cree? Su bebé se murió, no aguantó’ “, recordó Mitzi.

“Me dijeron que había que hacer una cesárea obligatoria para sacar a la niña ya fallecida, no aceptamos, no firmé, decidimos retirarnos de la clínica porque todos los doctores se fueron”, aseguró el esposo de Mitzi.

La pareja se trasladó del Hospital La Raza al Instituto Nacional de Perinatología, donde le indujeron el parto para sacar a la bebé fallecida.

Me dieron a mi hija y ya estaba morada, tenía llagas, mi hija ya se estaba descomponiendo dentro de mí”, aseveró la madre de la bebé.

El certificado de defunción emitido por perinatología indica que la causa de la muerte fetal fue interrupción de la circulación feto-placenta, que ocurre por una falta de oxigenación al cerebro del menor debido a la falta de líquido amniótico.

El IMSS informó que el 3 de mayo se detectó la ausencia de frecuencia cardíaca fetal y que, desde octubre de 2017, el embarazo de Mitzi estaba considerado como de “alto riesgo”.

Si era de alto riesgo ¿por qué no actuaron? pero ellos lo tomaron como si fuera un embarazo normal, como si fuera todo normal, tuvieron tres días para actuar, tres largos y agonizantes días para actuar”, cuestionó Edgar, el padre de la menor.

Mitzi y Edgar ya enterraron a su bebé, ahora esperan que el caso no quede impune.

“Que esto no se repita, es un dolor que a nadie se le desea”, dijo Edgar.

Yo pido justicia para mi hija porque mi hija no tuvo que haber muerto, porque mi hija estaba viva, mi hija estaba sana”, reiteró Mitzi.

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Con información de En Punto

LHE