Historia de migrantes: El temor a ser deportados

 

“Yo nací en Estados Unidos, pero ahora vivo en México, porque a mi papá lo deportaron”, dijo Adán Silva Jaso, menor migrante.

“A mi esposo le dieron el castigo de 10 años por haber entrado de ilegal a Estados Unidos”, indicó María Jaso, esposa de migrante deportado.

María es México-estadounidense conoció a Adán durante unas vacaciones en la comunidad de las Trojes en Ocampo, Guanajuato, se casaron y se mudaron a Chicago.  Cinco años más tarde, Adán fue detenido cuando trabajaba retirando nieve de las casas.

“Es muy difícil tanto estar allá yo sola, como estar aquí empezar de cero, los niños con el cambio a la escuela, es muy diferente”, dijo María.

Semanas después, ella decidió regresar a México con su esposo para evitar que su familia se separara.

“He tenido que regresar temporadas a trabajar allá para seguir sosteniéndonos aquí porque sí es muy difícil la vida”, relató María.

A Janet es originaria de Michoacán, pero vive en San Diego, California, y también le preocupa la separación de su familia debido a su situación migratoria. Su esposo e hijos son legalmente americanos, sin embargo, ella tiene 10 años viviendo como indocumentada y teme que, ante la situación actual, un día ella no pueda volver a casa.

“Están habiendo más deportaciones, la gente a la mejor ya no quiere venir, tiene miedo de salir a la calle porque no la vayan a deportar”, dijo Janet.

Los hijos de Janet son ajenos a la angustia que vive su madre debido a su situación migratoria.

“Es terrible porque yo no podría estar sin mis hijos, sin mis hijos no soy nada y creo que mis hijos me necesitan hoy y siempre, y creo que, si ellos se quedaran aquí, sufrirían”, afirmó Janet.

Se estima que hay 5 millones de niños estadounidenses que tienen un padre indocumentado.

Organizaciones pro inmigrantes en San Diego, California, como Ángeles de la Frontera incrementaron la asesoría legal para ellos en los últimos días.

Buscan proteger a los hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos ante una deportación mediante la redacción de un documento llamado “carta de custodia temporal para los hijos”, que le da el poder del cuidado de los niños a otra persona, casi siempre es un familiar.

Si no existe ese documento y los padres son deportados, los niños quedan al cuidado del Estado con la posibilidad de luego darlos en adopción a otras personas.

“Me pone triste, me pone nerviosa porque tengo la vida de mis hijos hecha aquí y también mi trabajo, y mis hijos su escuela, entonces se acabaría esta vida que llevo con ellos”, argumentó Janet.

Desde que Donald Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos, en las zonas en donde se concentran los inmigrantes sólo se escuchan historias de incertidumbre sobre el tema.

Si antes no salían por temor a ser deportados, ahora lo hacen menos, dicen que salen de casa sólo a lo indispensable y buscan la forma de no cometer ninguna infracción por mínima que sea, para que ése no se convierta en un motivo más de llegar ante las autoridades migratorias.

Con información de Guadalupe Madrigal

LHE