La depresión tropical “Harvey” recuperó fuerza y evolucionó a tormenta tropical a su paso por el Golfo de México, y los expertos advirtieron que podría convertirse en huracán.
Para la madrugada del jueves, los vientos sostenidos máximos de la tormenta aumentaron a 70 kilómetros por hora.
Se espera que el fenómeno siga ganando fuerza y se prevé que podría convertirse en huracán el viernes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
La tormenta tropical tenía su centro unos 660 kilómetros al sureste de Port Mansfield, Texas, y avanzaba hacia el noroeste a casi 11 kilómetros por hora.
En Texas, el gobernador Greg Abbott ordenó al Centro de Operaciones del Estado que eleve su nivel de preparación y aliste los recursos estatales para posibles acciones de rescate y recuperación. Abbott también declaró un estado de desastre preventivo para 30 condados en o cerca de la costa para acelerar el despliegue de recursos estatales en cualquier área afectada.
Funcionarios de manejo de emergencias solicitaron a los habitantes de la costa norte de Texas que se trasladen o se preparen para desplazarse tierra adentro.
A los que radican en áreas bajas se les alertó para que se trasladen a terrenos más elevados y a los que viven en otras partes se les dijo que estuvieran muy atentos a los anuncios oficiales.
Las autoridades de Texas activaron un aviso por huracán desde Port Mansfield al paso de San Luis. También se dio un aviso por mareas altas de Port Mansfield a High Island.
En la ciudad de South Padre Island, la gente colocó sacos de arena para proteger los hogares o negocios que están expuestos.
Mientras tanto, los agricultores de arroz en el condado costero de Matagorda se apresuraron a cosechar.
Con información de AP
LHE
