En la esquina de Galeana y Violeta, en la colonia Guerrero en la CDMX, el 17 de julio del 2019 sucedió algo que sorprendió a todos en el rumbo… Mientras se realizaba la excavación para la instalación de cableado eléctrico y tubería de agua, se encontró esta joya de la cultura mexica.
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Los trabajadores estaban usando una retroexcavadora, pero debido a que había cables de alta tensión, decidieron seguir excavando manualmente.
Fue gracias a eso que se pudo localizar la pieza, a una calle del Paseo de la Reforma y del Monumento a Simon Bolivar.
“Creo que los mejores hallazgos. Fue de manera fortuita que tuvieron que ir más despacio, y en este proceso que se hace de manera manual para ubicar primero las tuberías de Comisión Federal es que uno de los trabajadores hace el hallazgo. Inmediatamente yo procedo a bajar a la zanja y el trabajador tenía una piedra llena de lodo. Ya que tenemos una profundidad de 2 o 3 metros, en esa zona tenemos el manto freático, lo que hace difícil a simple vista ver las cosas / el trabajador se da cuenta que es como una piedra que sale de lo normal y es cuando la recoge, me hace la observación y bajo a la zanja… ¿De haber trabajado con la maquinaria se hubiera ido?… Sí, posiblemente la pieza se hubiera ido en el volteo, por eso le comento, cómo todos los descubrimientos se dan de manera fortuita”, dijo Edgar Quiroz, arqueólogo.
La escultura del dios Macuilxochitl-Xochipilli mide 36.65 centímetros de alto por 9.14 de ancho… Pesa aproximadamente 5 kilos… Está elaborada en mármol jaspeado, una piedra que llegó a Tenochtitlan desde la zona de Huitzo, Oaxaca.
“Mi compañero me da aviso, me dice que salió una escultura, inmediatamente me envía algunas imágenes y dada la magnitud del hallazgo, se hace lo que es el resguardo, se lleva a una bodega, y ya con ayuda del Doctor Emiliano Melgar se hacen estudios de técnica de manufactura, del tipo de materia prima y es ahí donde el nos comenta que la escultura se manufactura en un taller prehispánico de Xochimilco, de ahí que tenga esta forma tronco cónica, redondeada”, detalló Daniel Santos, arqueólogo del INAH.
Dicen los investigadores que este tipo de piezas se hacían durante el gobierno de Axayácatl, hace 552 años… De acuerdo con los arqueólogos, la pieza posiblemente llegó ahí, hace muchos años, enterrada en un bloque de tierra utilizado para rellenar una zanja… Y por eso está fuera de la zona arqueológica.
La imagen del dios Macuilxochitl-Xochipilli es juvenil… En la cabeza tiene una diadema con cuatro elementos circulares intercalados, posiblemente, zalchihuites y bandas verticales en la nuca, ojos ovalados con pupilas resaltadas y una boca que deja ver siete dientes, tiene orejas cuadradas con orejeras y un cuello corta, en la mano izquierda sujeta una flecha.
“Representa el sol el amanecer, en las mañanas cuando nos levantamos y vemos este sol rojizo que esta saliendo, ése es Macuilxochitl-Xochipilli”, precisó Daniel Santos, arqueólogo del INAH.
“Nuevamente hay que decirlo, la obra pública no necesariamente destruye el patrimonio, muy por el contrario, la obra pública contribuye a hacer hallazgos de la mayor importancia como la Coyolxahuqui, que aparece después de unos trabajos de electrificación. Entonces, los proyectos del Gobierno de la Ciudad de México, así como los proyectos prioritarios del Gobierno de México, el Aeropuerto Felipe Angeles o el Tren Maya no destruyen patrimonio porque están acompañados por el INAH”, dijo Diego Prieto, director del INAH.
Esta pieza se quedará en la colección permanente del Museo del Templo Mayor y está lista para todos la vean.
Con información de Guadalupe Madrigal
HVI
