Hace un año, el 24 de marzo de 2020, el Gobierno de México decretó el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, por la pandemia del COVID-19, que hasta la fecha afecta a todo el mundo; en ese momento se decretó la Fase 2 por el coronavirus.
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Para reducir la propagación de SARS-CoV2 se suspendieron las clases presenciales, las actividades no esenciales y se cancelaron los eventos masivos.
Las calles de todo el país se observaban vacías, se esperaba que la Jornada Nacional de Sana Distancia durara sólo un mes, pero se extendió hasta mayo de 2020 y la emergencia sanitaria aún continúa.
“El Consejo de Salubridad General declaró el estado de emergencia sanitaria por fuerza mayor”, informó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Ante la emergencia sanitaria, el funcionario enfatizó en el “quédate en casa, quédate en casa”.
El 31 de marzo de 2020, López-Gatell indicó que iba “a seguir la epidemia, la epidemia no se va a detener, pero lo que vamos a lograr con este tipo de medidas es que la epidemia no sea tan grande, que sea una epidemia menor, lo cual la hace más manejable”.
En el país se han administrado cinco millones 926 mil 967 dosis de vacunas contra el COVID-19 y 748 mil 752 personas han recibido las dos dosis necesarias para completar el esquema de vacunación.
México tiene comprometidos 34.4 millones de dosis de la vacuna estadounidense Pfizer, 79.4 de la británica AstraZeneca, 35 de la china CanSino, 24 de la rusa Sputnik V, 20 de la china Sinovac, 12 de la también china Sinopharm y 51.4 de la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con información de Despierta y EFE
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