ARTE Y CULTURA

Habitantes de Juchitán celebran Domingo de Ramos con visita al panteón

Inician las celebraciones de la Semana Santa en Juchitán, Oaxaca. Aquí, los habitantes llegaron al panteón municipal Domingo de Ramos para reencontrarse con sus difuntos y recordar junto con ellos la Pasión de Cristo.

“Pues mandamos a pintar, lo que es la sepultura, a lavarlo, a pintar todo. Es como si fuera un día especial”, explica Victoria Pineda Ríos, habitante local.

Para los zapotecas de Juchitán, el Domingo de Ramos es una de las celebraciones más importantes de esta etnia indígena de la región del Istmo de Tehuantepec.

Todos ellos llegan desde muy temprano a la tumba de sus familiares, las adornan con flores y conviven con sus muertos hasta las primeras horas del día siguiente.

“Es una tradición de toda la vida, toda la gente, hasta los chiquitos vienen y viene gente de todas las partes. Yo ahorita voy a cumplir 70 años, cuando era niña siempre veníamos, me traía mi mamá”, dice Alba Nicolás.

En cada una de estas tumbas se puede ver a las familias zapotecas comer, platicar, reír, cantar y recordar anécdotas de sus muertos.

“Desde chiquito yo vine a ver a mi abuelito, ahorita pues ya no tengo mamá, ya no tengo papá y ahí estoy, ahí estoy con mi familia, vengo con mi señora, al rato ya van a llegar mis hijos, todos tenemos que llegar, así es la tradición acá”, afirma Pedro Valdivies.

Nadie recuerda por qué en Juchitán el inicio de la Semana Santa se celebra con sus difuntos. Sólo saben que tienen la obligación de venir al panteón durante el Domingo de Ramos y esperar a que sus muertos hagan la visita y regresen en el Día de Todos Santos.

Con información de Jorge Morales

MLV