En Colombia, el debate que ordenó el Tribunal de Bogotá a los candidatos a la Presidencia, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, está prácticamente descartado después de que los equipos de ambos no tuvieron encuentros previos.
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A dos días de las elecciones la revista Cambio de ese país dio a conocer un video en donde se puede ver a Rodolfo Hernández de fiesta en Miami, a bordo de un yate con mujeres jóvenes y empresarios de una farmacéutica que, supuestamente, costeó el paseo.
El candidato atribuyó la imagen a una fiesta en 2021 e insinuó que el equipo del candidato izquierdista Gustavo Petro está desesperado.
Petro es un aspirante emanado de la guerrilla de ese país.
Colombia rompió con el uribismo y el conservadurismo; tras la primera vuelta del 29 de mayo, el electorado de ese país decidió que ya no quería más de las antiguas figuras y eligió a Rodolfo Hernández y Gustavo Petro como sus candidatos a la segunda ronda electoral.
“Gustavo Petro es una persona de izquierda; es un político de carrera. Fue alcalde electo de Bogotá, fue candidato presidencial dos veces antes, está es su tercera, como Andrés Manuel López Obrador”, apuntó Juan Esteban, director editorial de La Silla Vacía.
A Petro, la comparación con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no le incomoda; en un encuentro con simpatizantes en Bogotá, al que asistió En Punto, afirmó que de ser electo, buscará unir a las izquierdas del continente.
Lo han identificado mucho con el presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿le gusta esa comparación?, se le preguntó.
“Me parece una persona avanzada, estamos en una dura lucha tratando de cambiar a Colombia y de juntar a todos los progresismos latinoamericanos”, respondió.
Este tipo de afirmaciones ha hecho, según las personas que lo acompañan en la campaña, que la arraigada derecha colombiana lo desacredite, se hayan difundido video escándalos y hasta amenazas de muerte.
“Mi papá ha sido una persona amenazada desde hace mucho tiempo, muchas amenazas, desde el paramilitarismo, hasta bueno muchas veces de sectores políticos. Han dicho que él va a hacer Colombia como Venezuela que él es muy amigo del castrochavismo”, dijo Sofía Petro, hija de Gustavo Petro.
“Está campaña ha sido muy dura, porque el régimen no quiere perder el poder”, dijo Germán Navas, congresista colombiano.
A pesar de esto, en estas dos semanas Petro ha seguido sosteniendo encuentros y caminando con lo que él llama su pueblo, sus cinco propuestas de su pacto histórico incluyen: impulso al campo y reforma agraria; cambio en la producción de energía, promover la igualdad de las mujeres; desmontar el llamado escuadrón antidisturbios y una reforma tributaria sobre las 4 mil más grandes fortunas de Colombia.
“Ellos le tienen miedo a que llegue a la Presidencia y les destape todo lo que tienen guardado en ese muladar”, dijo Germán Navas, congresista colombiano.
Gustavo Petro cuenta con el apoyo de universitarios, minorías, la comunidad LGBT+, defensores de derechos humanos, sindicalistas y, en su afán de abrir la puerta al cambio, algunos personajes que generan incertidumbre entre sus seguidores. Algunos de ellos son Armando Benedetti, acusado de corrupción por el caso Odebrecht, Piedad Córdoba, señalada por lavado de dinero venezolano junto con Hugo Chavez y Roy Barreras, acusado de haber prometido a traficantes encarcelados que no serán extraditados a Estados Unidos a cambio de apoyo político y votos.
“Él está haciendo ese giro como un político más pragmático y a pesar de que tiene un discurso de hacer muchos cambios al modelo socioeconómico, también tiene esa otra realidad y es que tiene personas que han vivido en el status quo”, señaló Juan Esteban Lewis, director editorial de La Silla Vacía.
Independientemente de quién sea el nuevo presidente colombiano, su gobierno, afirman, será inédito respecto de la política tradicional en ese país.
“Colombia era el último país de América Latina donde no ha gobernado la izquierda y ahora hay la posibilidad de que llegue la izquierda o que llegue un populista demagogo más de derecha, va a ser el último país qué pasa del siglo XX al siglo XXI”, dijo Juan Esteban Lewis, director editorial de La Silla Vacía.
Con información de Abraham Reza y Jorge Ulloa.
LLH
