ARTE Y CULTURA

Guerreros mayas, defensores y expansionistas de su cultura

La antigua civilización Maya es considerada como una de las que más han profundizado en las ciencias y en las artes en la historia de la humanidad.

Para el mundo moderno los mayas fueron un pueblo de constructores de cientos de ciudades y centros ceremoniales con altos y sólidos edificios en cuyas paredes esculpieron mensajes aún no descifrados del todo.

Pero los mayas eran también un pueblo guerrero, sus soldados, entrenados bajo férrea disciplina, formaban parte de la clase gobernante, tenían sus propios dioses.

Los guerreros tenían sus dioses igual, por ejemplo, quizás ellos se iban y tenían que darle una ofrenda a su dios”, explicó Gerardo Acosta, custodio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Eran la base del expansionismo de las capitales regionales y defensores de los ataques enemigos.

Yuknoom Yich’aak K’ahk’ conocido como ‘Zarpazo de Fuego’ o ‘Garra de Jaguar’, rey de Calakmul, en el sureste de Campeche, fue tal vez el último de los grandes guerreros mayas.

El reino de la serpiente, el reino de Kaan de Calakmul fue muy poderoso y rivalizó con el de Tikal. Bajo la esfera de influencia de Calakmul había muchos sitios”, señaló Antonio Benavides Castillo, delegado del INAH en Campeche.

Los más destacados jefes guerreros eran inmortalizados en estelas y esculturas con aplicaciones de color rojo.

El rojo es también el color de la sangre humana que es digamos el máximo don, el máximo bien que se puede ofrecer como sacrificio. Por eso para los mayas fue importante decorar muchas de sus construcciones en color rojo”, aseguró Antonio Benavides Castillo, delegado del INAH en Campeche.

En la estructura de la clase social maya, los guerreros tenían uno de los más altos niveles, tan sólo debajo de sus dioses, de sus gobernantes y de los sacerdotes.

Con información de Gustavo Sánchez

MAP