CONFLICTOS ARMADOS

Familias se refugian en prisiones abandonadas por guerra en Siria

Los campamentos de refugiados están desbordados y quienes no consiguen uno de ellos buscan refugio en cualquier parte

La ofensiva del régimen sirio para liberar Idlib y el aumento de la presencia turca en la región está provocando una nueva crisis humanitaria en Siria.

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Desde diciembre más de un millón de personas, la mayoría mujeres y niños, han abandonado Idlib en medio de bombardeos y temperaturas congelantes en pleno invierno.

Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (DDHH), informó: “En total, desde el 1 de enero de este año, durante la última gran ofensiva militar del gobierno sirio para recuperar áreas clave en Idlib y Alepo. Hemos registrado la muerte de 299 civiles en esta región de Siria. Alrededor del 93 por ciento de esas muertes fueron causadas por el gobierno sirio y sus aliados”.

Los niños están traumatizados, las rutas para abandonar la zona están congestionadas y quienes permanecen en la región buscan la manera de hacer menos complicados los días bajo el asedio.

Ese es el caso de Mohammad y su hija Salwa que tienen un juego para que la pequeña no llore cuando se registra una explosión.

Mohammad convenció a la pequeña que el sonido de una explosión es similar al de los fuegos artificiales y por eso no debe llorar, si no reírse.

En Idlib fueron concentrados todos los rebeldes que junto a sus familias fueron desplazados ante el avance del régimen en provincias como Homs, Alepo y Guta Oriental, por lo que esta es la tercera o cuarta vez que son desplazados, pero ahora tienen menos opciones, al norte Turquía cerró su frontera, al sur las tropas de leales al régimen sirio mantienen su avance para liberar Idlib.

Los campamentos de refugiados están desbordados y quienes no consiguen llegar a uno de ellos buscan refugio en cualquier parte. como estas 75 familias que sin calefacción ni servicios básicos utilizan una prisión abandonada como refugio.

Muhammad Hassan al-Dughaim le explica a su hijo: “Esta prisión era para criminales y ahora nos quedamos aquí porque el Ejército tomó nuestros vecindarios. Los muros de la prisión nos asustan mucho, a mí y a mis amigos, porque todas estas habitaciones tenían criminales. Los criminales vivían aquí”.

La Oficina de la ONU para los DDHH denunció que los bombardeos contra escuelas, hospitales y campamentos de refugiados podrían constituir crímenes de guerra.

La ONU advirtió que un alto al fuego definitivo es la única opción para evitar la mayor historia de horror del siglo XXI.

Marixie Mercado, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), comentó: “Hay alrededor de cuatro millones de personas que viven en el noroeste y poco más de dos millones de ellos son niños. Prácticamente todos los niños, hasta 1.8 millones de ellos, requieren asistencia humanitaria”.

Con información de Emmanuel Rosalez.
RAMG