Este jueves 5 de junio se cumplieron diez años del incendió de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, en la que cuarenta y nueve niños perdieron la vida y 106 resultaron con quemaduras.
En Ciudad de México y en Hermosillo, padres de los niños encabezaron eventos para recordar esta fecha.
Al mediodía colocaron 25 réplicas de bronce de zapatos infantiles en Paseo de la Reforma, en el Antimonumento frente a las oficinas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En la tarde participaron en la marcha conmemorativa que partió del Ángel de la Independencia al Zócalo. Ahí se informó que el presidente López Obrador recibirá a todos los padres que deseen acudir a una reunión este jueves por la tarde.
La tragedia de la Guardería ABC le cambió la vida a muchas personas.
En Punto tiene la historia de dos parejas que tuvieron que enfrentar el dolor de perder a uno de sus hijos.
Me llamo Julio Cesar Márquez, mi hijo Julio Cesar, yeyé”, dijo Julio César Márquez, padre del niño fallecido en la Guardería ABC.
Hace 10 años Julio Cesar Márquez era empresario del transporte en Hermosillo, Sonora, y dividía su tiempo entre trabajo y familia. El 5 de junio su hijo menor, a quien llamaban ‘yeyé’, fue uno de los 49 niños muertos en el incendio de la Guardería ABC.
Diez años después, Julio César, junto a su esposa y sus dos hijos, vive en Querétaro.
Fue un giro de 180 grados, un giro brutal tremendo en lo emocional, primero que nada, que nos impactó hasta en el aspecto laboral, en tres o cuatro años el negocio que iba caminando hacia una prosperidad, fue imposible para mí sacarlo adelante porque estaba enfocado principalmente en atender a mi familia y atenderme a mí después de que mi hijo ya no estaba”, relató Julio César.
Los restos de Yeyé acompañaron a la familia Márquez hasta Querétaro, donde iniciaron un negocio de tortillas de harina como las de Sonora.
Durante este tiempo, Julio ha tratado de canalizar su dolor a través del activismo.
Además de estar presente en marchas y movilizaciones creó la organización Legado ABC, que busca evitar que más niños mueran en guarderías mexicanas.
Con esto, Julio César busca paliar un poco el dolor de la pérdida de yeyé.
“Aunque mi hijo no esté yo siento que de alguna manera lo mantengo vivo, si no físicamente, sí en su memoria y es por eso que lo hago, tengo a mis otros dos hijos, son motor, son impulso que ayudan mucho a salir adelante”, afirmó Julio.
Germán Paul cumplió cuatro años el 3 de junio de 2009. El viernes 5 de junio cuando se registró el incendio de la Guardería ABC era el último día en este sitio antes de pasar al kínder.
“La pérdida de nuestro hijo nos marcó para el resto de la vida, hemos tenido altas, bajas, tuvimos que cambiarnos de casa porque donde vivíamos nos traía muchos recuerdos, no salíamos de la depresión”, comentó Ofelia Vázquez, madre de Germán Paul.
La muerte de Germán Paul cimbró a esta pareja, pues en ese momento era su único hijo, largamente esperado durante diez años.
“En un principio es un dolor, uno entra en shock, un dolor sofocante, un dolor angustiante que te ahoga, comprendo que ese dolor no desaparece, no sé como explicarlo, no es ese dolor que te ahoga, pero ahí está”, dijo Ofelia, madre de Germán.
Ofelia y su esposo Germán buscaron por todos los medios continuar con su familia. Cuatro años después de la tragedia nació Eva Victoria, el 3 de junio, el mismo día que Germán Paul.
“Creo que ella es la que nos ha venido a salvar tal vez del hoyo donde pudiéramos estar, en nuestro proyecto de vida ahora sigue la prolongación de nosotros, es el proyecto de vida de nuestra hija. Ese es el aliciente que tenemos porque, por decirlo así, es el hilo que nos jala hacia adelante”, aseguró Ofelia.
Con información de En Punto
LHE
