El calor extremo afecta a nuestros cuerpos; un golpe de calor no es sentir mucho calor, es una reacción extrema del cuerpo buscando equilibrarse frente a temperaturas extremas
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Los golpes de calor ocurren cuando la exposición prolongada a temperaturas altas hace que deje de trabajar el hipotálamo, una parte del cerebro que regula la temperatura del cuerpo. La cara se enrojece y la boca se seca. La piel, con sus 600 glándulas por centímetro cuadrado, empieza a sudar en exceso para intentar enfriar el cuerpo.
Luego, pueden presentarse mareos, náuseas, vómito y, en los casos más severos, confusión.
Los órganos vitales, como el cerebro, los riñones o el corazón se hinchan, y disminuyen su capacidad.
Además, los golpes de calor suelen venir acompañados de deshidratación, que agravan las fallas renales.
Si no se trata con urgencia, un golpe de calor puede causar la muerte en unos pocos minutos.
Afecta, sobre todo, a bebés, personas mayores, y especialmente a personas con enfermedades del corazón.
Aparte de la muerte, el calor puede causar cálculos renales. En mujeres embarazadas, partos prematuros y recién nacidos con bajo peso.
Por todo esto, es recomendable no exponerse por tiempo prolongado a altas temperaturas, mucho menos hacer ejercicio, porque si se permite que el cuerpo alcance los 40 grados Celsius, la vida corre peligro.
Con información de En Punto/N+.
LLH
