En 53 años de haberse instalado la fuente conocida como ‘El Paraguas’, en el patio del Museo Nacional de Antropología, tendrá una limpieza mayor. Su monumental estructura superior, soportada por cables conectados a los edificios cercanos, se sitúa entre las “cubiertas colgantes” más grandes del mundo.
Tiene un área de 4 mil 554 metros cuadrados. La superficie de aluminio es la que se limpiará. Se utilizarán máquinas especiales que utilizan hielo seco a alta presión.
Se emplearán más de 170 toneladas de hielo seco para poder hacer la limpieza, la superficie que se cubriría es más grande que un campo de futbol.
Gilda Salgado, restauradora, explica: “El proceso que se decidió realizar en la superficie del paraguas del museo nacional es el que llamamos ice blaster, que significa una limpieza que se realiza a través de partículas de bióxido de carbono o hielo seco, que se proyectan la superficie por medio de una boquilla con presión”.
Para llevar a cabo esta limpieza, el proyecto se puso a consideración del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los 4 mil 554 metros cuadrados que integran el plafón, más los dos faldones perimetrales, se van a limpiar. A cada uno de los perfiles de aluminio se les devolverá su brillo. El monumento escultórico de la base no se tocará.
Gilda Salgado, restauradora, señala: “La columna no, la columna tiene un mantenimiento periódico que se da cada año y que al término de la limpieza de esto coincidirá con que se haga la limpieza al relieve escultórico”.
Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología e Historia, dice: “Sobre el tiempo de los trabajos tenemos previsto un par de meses, hoy empezamos”.
Los trabajos se realizarán al término de las visitas y antes de que abra el museo. El patronato del Museo Nacional de Antropología consiguió en donativo los trabajos.
Con información de Guadalupe Madrigal
MLV
