El Fondo Monetario Internacional (FMI) abrió una oficina en Buenos Aires para monitorear el cumplimiento de los compromisos que asumió el presidente Mauricio Macri al solicitar un préstamo de 57 mil 100 millones de dólares.
La nueva sede de trabajo del organismo estará ubicada al interior del Banco Central de la República de Argentina (BCRA), lo que provocó inmediatas quejas de dirigentes opositores, quienes consideraron que ello demuestra la dependencia financiera hacia el Fondo, el cual aprobará o rechazará medidas económicas del gobierno.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, confirmó este martes que el FMI tendrá su propia oficina en el Banco Central y desestimó las criticas de los opositores.
Es normal que el FMI tenga un representante residente en los países en donde hay un programa. Transitoriamente va a a tener una oficina en el Banco Central, explicó al asegurar que después alquilará una sede propia.
El representante del organismo en Argentina será Trevor Alleyne, un funcionario jamaiquino con más de 25 años de trayectoria en el FMI que revisará el presupuesto, las metas fiscales y financieras y el cumplimiento de los compromisos asumidos por el presidente argentino, Mauricio Macri.
En mayo de este año, Macri solicitó de manera sorpresiva un préstamo de 50 mil millones para enfrentar una crisis cambiaria que, hasta ahora, ha devaluado al peso argentino en un 120 por ciento.
El acuerdo implicaba que los recursos se enviasen en un plazo de tres años, con desembolsos inmediatos. Sin embargo, la crisis cambiaria continuó y provocó una crisis económica generalizada que disparó las expectativas de inflación del 15 al 40 por ciento y originó una recesión económica del 2.5 por ciento.
El presidente Mauricio Macri solicitó al FMI la renegociación del acuerdo para que le adelantaran para 2019 los recursos previstos para 2020 y 2021, pues aumentaba la desconfianza de los mercados hacia su gestión, durante la cual también han aumentado los índices de pobreza, poniendo en riesgo su aspiración a ser reelegido.
El FMI accedió a cambiar los términos del préstamo e incluso aumentó el monto original, previsto en mayo, en 7 mil 100 millones de dólares. A cambio, Argentina deberá cumplir con la meta de déficit fiscal cero para el 2019, lo que implica el recorte drástico del gasto público, mejor conocido como “ajuste” entre la población.
Con informacion de EFE, Reuters y Noticieros Televisa
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