CRIMEN Y SEGURIDAD

Fiebre del oro provoca éxodo de habitantes en municipio de Sinaloa

En Sinaloa, sembrar marihuana ya no es lo que era y mucho tiene que ver que se haya legalizado su uso medicinal y recreativo en varios estados de Estados Unidos y en Canadá. Ahora gavillas de delincuentes se dedican a robar el oro en una zona minera de la Sierra Sur y ya provocaron el éxodo de cientos de personas.

“Tuvimos, en un lapso de tres semanas, ocho asesinatos, los ocho muertos, todos trabajaban el oro, el municipio de El Rosario está viviendo la fiebre del oro”, afirmó Manuel Antonio Pineda, alcalde de El Rosario, Sinaloa, donde al menos 260 habitantes abandonaron sus pueblos por el embate de las gavillas, que son grupos armados que operan en la sierra sur de Sinaloa, en la frontera con Durango y Nayarit.

Era una zona entre comillas de siembra de enervantes, ya no les es tan rentable la siembra de marihuana y la delincuencia lo vio como una ventana de oportunidad”, señaló Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa.

Los precios de los enervantes están disminuyendo y las bandas delictivas ahora intentan robarse el oro de la sierra sur de Sinaloa, en particular, en la comunidad de La Rastra, donde hay minas de oro, plata y zinc.

“Son gavillas como tales, no creemos que estén inmersas en la delincuencia organizada”, dijo el secretario.

Estos grupos bajaban de Durango, de Los Brotos y de Los Ángeles, y acosaban a los gambusinos y a los mineros, quitándoles el oro”, relató el alcalde.

Un gambusino es un trabajador que explota artesanalmente el oro en pequeñas cantidades y, ya procesado, lo vende a las empresas mineras.

Nosotros necesitamos pólvora para poder sacar piedra, de aquí llevamos la piedra a la quebradora, aquí le echamos el metal al molino, puro oro de 15 quilates, es el más bajo que hay aquí”, explicó Reyes Lerma Morales, gambusino de La Rastra.

Los ocho homicidios de trabajadores del oro, cometidos entre marzo y abril, impactaron principalmente a los habitantes de La Rastra, comunidad de 444 habitantes enclavada en la sierra, donde se encuentra la mina La Colorada.

Eran gambusinos, otros estaban trabajando en minas, les quitaban el material ya procesado o les quitaban ya las bolas de oro”, relató el alcalde.

Después de los asesinatos, las gavillas sitiaron La Rastra y otras comunidades serranas. La primera semana de abril colocaron retenes y decenas de familias huyeron.

No hubo comida durante 24 días aproximadamente, se cerró la unidad médica que tenemos aquí, Diconsa no tenía nada de comida, las escuelas cerraron”, María Elena García, síndica de la comunidad de La Rastra.

Los gobiernos municipal y estatal pidieron apoyo a la federación. El pasado 30 de abril, el ejército instaló una base permanente en La Rastra y las autoridades sinaloenses enviaron mil 960 despensas.

Asistimos a 17 comunidades, fue como un apoyo para evitar que hubiera una escasez de alimento para ellos”, destacó Álvaro Ruelas, secretario de Desarrollo Social de Sinaloa.

El pasado 7 de mayo, después de un mes, reabrieron las escuelas y la unidad de Salud. Los desplazados poco a poco regresan, pero advierten que, si se va el ejército, las gavillas volverán por la fiebre del oro.

Nos vamos a ir, nadie va a quedar aquí”, advirtió Reyes Lerma Morales,  gambusino de La Rastra.

Con información de En Punto

LHE