La investigación sobre el paradero de una bebé de dos meses fue clave para conocer la dimensión del crimen cometido por Juan Carlos y Patricia, la pareja de presuntos feminicidas que operaba en la colonia Jardines de Morelos, en Ecatepec.
“Juan Carlos ‘N’ refieren haber participado en 20 eventos, pero de los que da cuenta de manera detallada y específica es de 10 casos”, apuntó Alejando Jaime Gómez, fiscal de Justicia del Estado de México.
Tres de los diez casos reconocidos por Juan Carlos corresponden a Arlet Samanta, Evelyn y Nancy Nohemí, desaparecidas en abril, julio y septiembre, respectivamente.
Nancy era la madre de la menor que fue vendida por 15 mil pesos a otra pareja que también fue detenida. Las tres mujeres, madres solteras, tuvieron comunicación con Patricia, esposa del presunto feminicida.
De acuerdo con el seguimiento de los celulares de las víctimas todas habían estado en un mismo punto: Playas de Tijuana número 530 lote 28: el domicilio de donde Juan Carlos y Patricia salieron el viernes pasado; ahí, según la Fiscalía, las asesinaron y descuartizaron.
Las autoridades catearon el sitio y otro predio, en calle Isla de Cuba Manzana 943 lote 2, donde la pareja buscaba mudarse, junto con sus cuatro hijos.
“Corroboramos los datos, que está persona arroja, que en diferentes cubetas había puesto algunos de los restos humanos y le había puesto encima cemento, algunos bidones también, unas cajas de cartón”, apuntó el fiscal Alejandro Gómez.
En los dos domicilios se encontraron distintas armas, una con restos de sangre; así como un refrigerador donde se presume había restos humanos.
“Le ordenaba a su esposa que llevara, que ocultara o que llevara a sus hijos a alguna otra recámara para que no pudieran ver, obviamente prohibirles la apertura de un refrigerador en específico que es donde en encontramos varios de los cuerpos”, señaló el fiscal Alejandro Gómez.
Según los vecinos, además de enganchar a sus víctimas ofreciendo ropa para bebés, la pareja se dedicaba a la venta de elotes y quesos. El hombre, en ocasiones, pepenaba. Por eso, dicen las autoridades, pasaba inadvertido que cargara sacos y bultos.
“Ellos se ponían aquí a vender elotes y en una ocasión les llegué a comprar. El señor todo el tiempo estaba en la azotea con un celular”, apuntó Ana Lilia, una vecina.
En su primera audiencia, realizada este fin de semana, Patricia presentó un leve retraso mental y Juan Carlos fue considerado un feminicida serial, con una personalidad psicótica. En su declaración, él asegura haber asesinado por primera vez a una mujer en 2012.
“No muestra signo alguno de arrepentimiento. Están investigando si también pudo haber comido partes de las víctimas, así es”, destacó el fiscal de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez.
La noche de este lunes se colocó una ofrenda en el predio en el que se encontraron algunos de los restos. Fue el mismo lugar donde este domingo finalizó una marcha donde cientos de vecinos vestidos de blanco exigieron justicia por las mujeres desparecidas y asesinadas en Ecatepec.
Se montaron ofrendas y guardaron un minuto de silencio.
Entre los manifestantes marcharon madres y familias de mujeres presuntamente asesinadas por Juan Carlos y Patricia.
“Él era mi vecino por eso la saca de mi casa. Mandó a su esposa a mi casa y le dijeron que le querían vender bisutería y mi hija pues como eran conocidos, amigos, bajó y se la llevó él. Queremos justicia porque este señor Juan Carlos, él confesó haberla matado”, compartió Araceli González, madre de una menor asesinada.
Los vecinos sostienen que desde hace meses se presentó una ola de desapariciones de mujeres y localización de algunos restos humanos en la colonia Jardines de Morelos y sus alrededores.
“Esta es una ola bastante terrorífica se me ocurre, son depredadores que vienen asesinando gente”, dijo Cecilia Vázquez, una vecina.
Los vecinos hicieron una advertencia a los delincuentes:
“Si agarramos delincuentes si los encontramos haciendo las cosas, es lo que hay que hacer, vamos a matarlos porque es lo que se merecen”, indicó un manifestante.
Con información de Arturo Sierra y Elizabeth Mávil.
LLH
