Los católicos en México acuden cada 2 de febrero, Día de la Candelaria, a las iglesias y parroquias a bendecir imágenes del niño Dios.
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Es una tradición que se ha mantenido por muchos años.
En la iglesia de Nuestra Señora Aparecida de Brasil, en la alcaldía Venustiano Carranza, la misa de las 12 se dedicó a esta celebración.
En canastas llevaban las imágenes con flores y velas.
Ana Acosta llevó siete niños.
“El más grande era de mi bisabuela. Pasó de generación en generación, luego fueron añadiéndose, uno es hasta español, de mi hermano que lo trajo de España”, dijo Ana Acosta.
A los siete les hizo la ropa, un trabajo casi artesanal.
Llevó a su niño Dios vestido con sudadera y pantalón, además en la mano llevaba un peluche.
Dijo que su mamá lo quiso vestir así porque ve en él a un hijo más.
“Es que dijo yo lo quiero vestir de niño porque ya está bastante grande, llevamos muchos años con él, y entonces dijo yo quiero vestirlo de niño, ponerle su juguetito, lo tenemos desde que yo tenía ocho años, desde entonces le decía hermanito”, externó Iván, estudiante.
Se les trata como si fuera un integrante más de la familia.
La familia creció, dice Marilú, quien llevó también varios niños a bendecir.
“Es una guardería la que tenemos”, externó Marilú Zedillo.
La tradición dice también que quien lleva a bendecir al niño Dios se hace comadre o compadre del dueño.
Y por eso también hay tamales en casa para festejar.
Con información de Guadalupe Madrigal
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