El banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed), mantuvo sin cambios las tasas de interés, como se esperaba, aunque advirtió que podría comenzar a reducir sus tenencias de bonos “relativamente pronto”, en una señal de confianza en la economía estadounidense.
La Fed mantuvo su tasa referencial de préstamo en un rango objetivo de 1% a 1.25% y aseguró, mediante un comunicado, que continuaría con un lento ritmo de endurecimiento monetario, que ha subido los tipos en un punto porcentual desde 2015.
En el texto del Comité Federal del Mercado Abierto, se indica que, tras una reunión de dos días, concluyeron que la economía está creciendo en forma moderada y que el incremento del empleo ha sido sólido. Sin embargo, la Fed subraya que tanto la inflación general como una medición subyacente han declinado y sostiene que “monitoreará cuidadosamente” las tendencias de los precios.
La Fed destacó que la inflación está excesivamente débil a pesar de que el mercado laboral se mantiene robusto con una tasa de desempleo de apenas 4.4 por ciento. Usualmente el crecimiento del empleo impulsa los salarios y los precios. Pero la tasa usada por la Fed para medir la inflación sigue estando por debajo de su meta de 2 por ciento.
“El comité espera empezar a implementar relativamente pronto su programa de normalización de la hoja de balance”, afirmó la Fed y agregó que seguirá en la senda fijada en junio.
Tras llevar los fondos federales a cerca de cero para combatir la crisis financiera 2007-2009 y la recesión, el banco central inyectó más de 3 billones de dólares a la economía a través de la compra de bonos para reducir aún más las tasas de interés. Su balance aumentó hasta los 4.5 billones de dólares.
El pasado 14 de junio, el banco central de Estados Unidos subió 25 puntos base su tasa de interés de referencia, para ubicarla en un nivel de entre 1% y 1.25%.
Con este ajuste, la Reserva Federal de Estados Unidos suma cuatro alzas a su principal herramienta de política monetaria desde diciembre de 2015.
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