Todos los días, a las tres de la mañana se despierta la familia Cruz Ferra para preparar el pan en la séptima sección de Juchitán, Oaxaca.
Hace apenas unos días decidieron dejar de lado los daños que les dejó el terremoto del pasado 7 de septiembre e iniciaron la producción de pan artesanal con el objetivo de reactivar su propia economía.
No pues se cayó el horno y nos quedamos sin nada, sin trabajar, después buscamos la manera de que se construyera otra vez, pedimos prestado y así empezamos otra vez”, dijo Porfirio Cruz Ferra, panadero.
Porfirio y su hermano Mariano se dedican a la elaboración de pan desde hace más de 30 años.
En casa tienen dos hornos que se dañaron el día del terremoto y terminaron por destruirse con las réplicas del pasado 23 de septiembre.
Los reconstruyeron y desde hace más de una semana volvieron a producir y vender el pan artesanal del Istmo de Tehuantepec.
Ah sí, no vamos a estar esperando, tenemos que trabajar, tenemos que comer, no tenemos otro trabajo es lo único que sabemos hacer”, sostuvo el panadero.
La vivienda de la familia no se desplomó, pero sí tuvo daños graves, por lo que ahora viven en el patio de la casa.
La emergencia los reunió en la casa de la bisabuela y ahora todos colaboran en la elaboración del pan.
En Juchitán, buena parte de la economía está sustentada en el autoempleo y en este tipo de negocios familiares que también se vieron afectados por el terremoto.
Con información de Jorge Morales
LHE
