Familiares y estudiantes relatan el pánico que vivieron durante el sismo del 19 de septiembre y cómo sobrevivieron al colapso del Colegio Enrique Rébsamen.
Rubén Alejandro tiene 13 años de edad y cursa segundo de secundaria, su salón de clases se encontraba en el primer piso del Colegio Enrique Rébsamen y asegura que este 19 de septiembre vivió el instante más traumático de su vida.
Empezamos a ver que las luces se prendían y se apagaban, las bancas se movían y dijimos; no pues bajémonos
Rubén recordó que salió hacia el lado contrario de la ruta de evacuación establecida en su colegio.
Por fortuna no bajé, me agarró un montón de polvo y hasta como 5 minutos pude abrir los ojos y pues vi cómo se cayó la escuela.
Familiares escribieron mensajes en los globos bancos para despedir a sus fallecidos. AP
María del Consuelo, mamá de Rubén Alejandro relató, “muchos por su propio instinto salieron, por no hacer lo que se supone tenían que hacer, correr hacia el otro lado se salvaron, esa es la verdad, porque la ruta de evacuación era pasar por debajo del edificio que se desmoronó”.
El hijo de Ivonne Carbajal, Axel Rodrigo, se salvó porque también corrió hacia el lado contrario a la ruta de evacuación establecida por el Colegio Rébsamen.
Ellos tienen una ruta de acceso hacia un lado, de salida, llegaron hacia allá y fue donde vieron que se colapsó el edificio, entonces tuvieron que regresar hacia las otras escaleras y los empezaron a bajar.
Luego de unos minutos y a pesar de la angustia, Ivonne vio salir a su hijo del colegio en ruinas.
“Empecé a gritarle por su nombre, algo me decía que tenía que estar, entonces se acercó un compañero y me dijo; yo lo vi, sí salió, salió bien, yo lo vi por aquí y ya voltee y lo vi, para mí fue como revivir el 85, yo estaba chiquita y vi igual como se caían edificios y creo que tomé el lugar de mi mamá en esta ocasión para venir a ver a mi hijo.
La psicóloga Rosa María Ochoa desde el miércoles, un día después del sismo, instaló un pequeño módulo de atención para las personas afectadas en la zona de Coapa, y aseguró que “lo ideal es que las personas tengan una atención inmediata, que se llama intervención en crisis que puede ayudarlas a que puedan superar de una manera más fácil todo este drama”.
En dos días Rosa María Ochoa ha brindado atención a más de 20 alumnos y padres de familia del Colegio Rébsamen.
“Es una manera más rápida de sanar ese trauma, sino el trauma puede quedarse e incluso hacerse patológico si no se maneja de buena manera”, agregó.
Gustavo es el padre de un niño de segundo de primaria que no tuvo la suerte de salir con vida.
“Lo sacaron después, después de cómo una hora que yo estaba ahí lo sacaron. Cuando yo regresé a ver lo del cuerpo había psicólogos, Carlos, sin conocerlo él platicó conmigo, o sea hizo lo que necesitaba, un abrazo, alguien que te dijera algo y había muchos psicólogos ayudando en la zona que estaba ahí. Definitivamente esto no se puede llevar solito, necesitamos ayuda”, comentó Gustavo.
Con información Saúl Sánchez Lemus.
FJMM
