José Piña nació en Guanajuato y se crio en Naucalpan. Maya Ledezma era cohetera en Tultepec. Llegaron a Washington hace 11 años y ahí nació su hija Heather, ella es ciudadana estadounidense, pero sus padres tienen que cuidarse más que nunca ante una posible deportación, por eso, los tres viven en un sótano del que apenas salen para no sentirse acosados.
“Nos están catalogando por religión, por etnia, o sea él busca cualquier cosa que a él no le agrade para etiquetarnos y decir que somos un peligro para la nación”, dijo Maya con relación a Donald Trump.
Ellos mismos describen que están escondidos en el sótano de la sociedad estadounidense y como la mayoría de los migrantes, tuvieron que incrementar sus medidas precautorias.
“No salir tan seguido a la tienda o procurar salir más tardecito porque ellos pueden actuar como en la mañana, en la noche”, explicó Maya.
“Pero no se trata de eso, se trata de que vean nuestro aporte a este país”, sostuvo José.
Desde hace unas semanas, la familia Piña considera tener que firmar una “carta de custodia temporal para los hijos”, mediante la cual los padres, en caso de ser detenidos por la autoridad migratoria, ceden el cuidado y responsabilidad de sus hijos a quien ellos consideren.
“Si llega a suceder algo de eso es como si yo estuviera entregando todo y no se trata de eso, se trata de que pelee por mi hija porque ellos quiénes son para quedarse con ella, en primera ellos no la mantienen, el que la mantiene soy yo”, dijo José.
Heather cuenta que aún no ha padecido de alguna acción discriminatoria en la escuela, pero misma reconoce que se ha aislado.
La zona de Silver Springs, en Maryland, está llena de inmigrantes, la mayoría son mexicanos indocumentados, eso hace de esta parte, antes tranquila, un nuevo centro de atención para las deportaciones.
“Yo creo que Estados Unidos no se debe olvidar de que es un país de migrantes, los anglosajones no son dueños de estas tierras, ellos también llegaron a invadirlas”, dijo Maya.
Con información de Joaquín Fuentes
LHE
