La familia de la soldado México-estadounidense, Vanessa Guillén, desaparecida desde el pasado 22 de abril de una base militar en Texas, exige que se esclarezcan las circunstancias en las que habría fallecido.
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El principal sospechoso, un superior de la joven dentro del Ejercito y a quien había denunciado por acoso, se suicidó cuando lo buscaron las autoridades.
Este caso ha desatado todo un movimiento en la comunidad latina de Estados Unidos.
“Con cada día que pasa, con cada día, ya han pasado dos meses. Más de dos meses. Mi hermana Vannessa fue acosada sexualmente. Sin embargo, no se ha hecho nada”.
Peritos forenses trabajan en identificar los restos hallados a orillas del río León, en el condado de Bell, en Texas, y determinar si corresponden a la soldado Mexico-americana Vanessa Guillén, quien desapareció hace más de dos meses de la base militar de Fort Hood.
La Unidad de Investigaciones Criminales del Ejército confirmó que arrestó a una mujer, esposa de un exsoldado, por su presunta conexión con el caso. El principal sospechoso, Erin David Robinson, se suicidó.
“Cuando los oficiales intentaron conectar con él, sacó una arma y se suicidó disparándose”, expuso Ofelia Miramontes, vocera del Departamento de Policía de Killeen.
Fue identificado por la abogada de la familia Guillén como el supervisor inmediato de Vanessa. Tenía una orden de arresto en su contra.
“Algo me dijo que él hizo algo y aparentemente no estaba equivocada. Él tuvo todavía el descaro ese mismo día de reírse en mi cara, quienquiera que fue el responsable, tiene que paga”, apuntó Mayra Guillén, hermana de Vanessa.
“¡Mi hermana no es una broma! Mi hermana es un ser humano. Y quiero justicia. Y quiero respuestas. Porque mi hermana no se hizo esto a sí misma”, dijo Lupe Guillén, hermana de Vanessa.
Con información de En Punto y Univisión.
LLH
