ESTADOS UNIDOS

Exjefe de campaña de Trump niega haber trabajado en beneficio de Putin

Paul Manafort, exjefe de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que trabajó hace una década para un multimillonario aliado del mandatario ruso, Vladimir Putin, pero negó que su labor consistiera en promover los intereses del jefe del Kremlin.

En una declaración enviada a la cadena Fox, Manafort indicó que trabajó “hace casi una década” para el oligarca ruso Oleg Deripaska “representándolo en asuntos comerciales y personales en países donde tenía inversiones”.

“Mi trabajo para el señor Deripaska no implicó la representación de intereses políticos rusos”, puntualizó Manafort, que fue jefe de campaña de Trump entre junio y agosto pasado, cuando dimitió envuelto en la polémica tras publicarse que estaba siendo investigado en Ucrania por recibir pagos de un partido prorruso.

Manafort respondió así a una investigación que reveló que su trabajo para Deripaska incluyó “promover los intereses” de Putin y plantear una ambiciosa estrategia para socavar a la oposición antirusa en las exrepúblicas soviéticas.

Según esa investigación, Manafort firmó un contrato anual con Deripaska por 10 millones de dólares en 2006 y ambos mantuvieron una relación comercial hasta al menos 2009.

Estas revelaciones sobre Manafort se conocen tras la confirmación de que el FBI está investigando si hubo “alguna coordinación” entre Rusia y la campaña de Trump para influir en las elecciones celebradas el pasado noviembre en Estados Unidos.

Esa investigación incluye “la naturaleza de cualquier vínculo entre individuos asociados con la campaña de Trump y el Gobierno ruso, y si hubo alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia”, detalló el director del FBI, James Comey, el pasado lunes en una audiencia en el Congreso.

Preguntado por las revelaciones sobre Manafort, el portavoz de Trump, Sean Spicer, explicó en una declaración enviada a la cadena NBC que sería “inapropiado” comentar sobre una persona “que no es empleado de la Casa Blanca”.

El lunes, tras la confirmación por parte del FBI de la investigación de los vínculos del equipo de Trump con Rusia, Spicer defendió ante los periodistas que Manafort jugó “un papel limitado” en la campaña electoral del magnate “durante un tiempo muy limitado”.

Manafort fue contratado por la campaña de Trump en marzo de 2016, en mayo fue ascendido a estratega jefe y en junio, tras el despido de Corey Lewandowski, asumió las riendas del operativo hasta su dimisión en agosto.

A Manafort se le atribuye un papel clave en conseguir que Trump se hiciera con la candidatura presidencial republicana tras un largo proceso de primarias en el que el magnate derrotó contra todo pronóstico y sin experiencia política previa a otros 16 aspirantes.

RAMG