La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aseguró este jueves que su país sigue apoyando la solución de dos Estados para el conflicto de Oriente Medio, pero quiere contar también con ideas nuevas.
“Apoyamos absolutamente una solución de dos Estados, pero también estamos pensando fuera de lo establecido”, dijo Haley un día después de que el presidente, Donald Trump, abriera la puerta a otras vías para resolver la cuestión palestino-israelí.
La representante estadounidense apuntó que la nueva Administración quiere que israelíes y palestinos se sienten a la mesa de negociación con una mirada “fresca” y se mostró muy crítica con el papel de mediación que la ONU ha venido desarrollando.
Para el Gobierno de Trump, esa vía sigue siendo la preferida, pero tal y cómo indicó ayer el presidente, el nuevo Ejecutivo está abierto a otras propuestas, en ruptura de la postura que ha mantenido el país durante las últimas dos décadas.
“Lo que estamos diciendo es, ‘no hablemos sobre la vieja forma de hacer las cosas. Vengan a la mesa con toda la atmósfera y perspectivas frescas que tenemos ahora'”, explicó hoy Haley.
Desde su victoria electoral, Trump se ha alineado de forma inequívoca con el Gobierno israelí, al que la administración de Barack Obama dio un duro golpe en diciembre permitiendo que el Consejo de Seguridad aprobase una resolución de condena contra su política de asentamientos en territorios ocupados.
Haley reiteró hoy sus críticas a esa resolución e insistió en que las colonias “no son la única causa del conflicto”, aunque reconoció que ahora mismo su expansión no ayuda al proceso de paz.
La embajadora estadounidense cuestionó además la conveniencia de que el Consejo de Seguridad repase de forma mensual el conflicto palestino-israelí y denunció el “prejuicio” que, en su opinión, hay en Naciones Unidas contra Israel.
“Cuando tenemos tantas cosas ocurriendo en el mundo, ¿por qué todos los meses vamos a sentarnos y tener una audiencia en la que lo único que hacen es obsesionarse con Israel?”, se preguntó.
Según Haley, actualmente la ONU divide más que une en este ámbito y las discusiones en su seno están “convirtiéndose en contraproducentes” para el proceso de paz.
AAE
