En Colima la gente no está saliendo a las calles por la noche; la ola de violencia que se desató hace 16 días, y que ha dejado un saldo de 35 personas asesinadas, mantiene a la población con mucho miedo.
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Vacío. Así lució el centro de la ciudad de Colima en pleno fin de semana en una hora donde restaurantes y plazas suelen estar repletos, hubo calles y mesas vacías.
Es el reflejo de la disputa territorial que mantienen desde hace tres semanas integrantes del Cártel jalisco Nueva Generación y Los Mezcales en Colima, manifiesta en balaceras a plena luz del día; autos incendiados afuera de instalaciones universitarias, cuerpos embolsados, narcomantas, negocios baleados o completamente vacíos.
“Ha habido días enteros en que la gente ha dejado las calles por completo solas, y también han limitado su hora de actividad para no tener aforo nocturno; nuestros padres, nuestra, madres se sienten sumamente aterrorizados de lo que está pasando”, dijo Daniel Astilla, estudiante de la Universidad de Colima.
Daniel es estudiante en la Universidad de Colima; dice que desde que inició la ola de violencia, han exigido a este plantel que suspenda clases presenciales para evitar quedar en medio de las balas del crimen organizado.
“Estamos hartos de estar hartos, no vemos una respuesta; escuchamos las sirenas, día tras día, o sabemos de un baleado, de un carro quemado y no hay ningún tipo de solución al respecto y la actividad delictiva también va en aumento”, apuntó Daniel Astilla, estudiante de la Universidad de Colima.
El pasado 10 y 11 de febrero la Universidad de Colima decidió suspender las clases; el lunes 14 las reiniciaron. Los estudiantes aseguran que el ir y venir a la universidad es un riesgo, principalmente para aquellos que viven a las afueras.
“Justamente, aquí nos encontramos en el campus central de la Universidad de Colima y como podemos ver aquí es la facultad de enfermería y medicina y justamente aquí hace unos días nos encontramos con la terrible noticia de que fueron encontrados restos humanos”, expuso Luis Armando Galindo, estudiante de la Universidad de Colima.
El pasado 9 de febrero, un estudiante de 16 años fue asesinado a balazos. La víctima iba a bordo de una camioneta, después se daría conocer que los agresores lo confundieron.
“La problemática no se frenó en esos días, las actividades siguen generando de violencia y pues los estudiantes estamos asistiendo a las aulas con miedo”, comentó Luis Armando Galindo, estudiante.
La gobernadora Indira Vizcaíno informó que ya hay desplegados más de 600 soldados de la Guardia Nacional, 350 del Ejército y otros 350 de la Marina, que se suman a los 675 de la policía estatal y más de mil de las policías municipales; pese a esto, los tiroteos no se han detenido.
“Creo que todos hemos sentido el miedo de salir a las calles, el miedo de ir a tomar nuestras clases, el miedo de ir a un evento cultural, el miedo de ir a nuestros trabajos”, señaló Daniel Astilla, estudiante de la Universidad de Colima.
Con información de Abraham Reza, Carlos Moreno y Bertha Reynoso.
LLH
