En Chilpancingo, Guerrero, al menos siete jóvenes desaparecieron, en los últimos días de 2017.
Dos de los siete jóvenes fueron encontrados muertos, tres aparecieron torturados después de 7 días y dos más continúan sin localizar.
Efraín Patrón Ramos es uno de los dos jóvenes que no aparecen desde el 29 de diciembre. Su familia investigó y descubrió que Efraín manejaba su auto de regreso a casa y hablaba por teléfono con una amiga cuando policías municipales lo detuvieron.
Natividad Araceli Patrón Ramos, hermana de Efraín, relató que su hermano estaba en una llamada con una amiga, cuando los policías lo detuvieron para pedirle los documentos del vehículo “y de ahí, prácticamente se corta la comunicación”.
En La Alameda, esquina de Juárez y Galeana, donde la familia de Efrain denunció que los policías municipales detuvieron al joven de 24 años de edad, hay una cámara de video vigilancia conectada al centro de monitoreo C4 de Chilpancingo.
La familia de Efraín acusó a la Fiscalía de Guerrero de ocultar el video.
Araceli pidió que les muestren los videos de las cámaras, “porque nosotros también queremos saber qué fue lo que paso realmente con mi hermano, queremos saber todo, porque no se vale que nada más de repente se los hayan llevado”.
Abel Aguilar García es el otro joven desaparecido; sus familiares narraron que todas las mañanas, a las 05:00 horas, Abel tomaba el transporte público en la misma esquina en la que desapareció Efraín.
Hilario Aguilar Flores, padre de Abel, solicitó que la Procuraduría General de la República (PGR) “vea la cámara para ver lo que está pasando aquí en Chilpancingo… Que aparezca mi hijo, pero lo quiero con vida”.
Abel, originario de Cochoapa, región de la montaña, llegó a Chilpancingo a estudiar la preparatoria. Todos los días caminaba de la casa del estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero a La Alameda, donde tomaba el transporte público.
Las fotos de Efraín, Abel y otros desaparecidos están pegadas en varios puntos de La Alameda y calles aledañas. En los carteles se señala que desaparecieron en esa zona.
Un amigo de Abel mencionó que “es un dolor para nosotros como compañeros que fuimos, saber que está desaparecido y que las autoridades no estén haciendo nada”.
En mayo de 2016, el Ejercitó tomó el control del Centro de Monitoreo C4 de Chilpancingo. Un año después, en mayo de 2017, regresó a manos del Gobierno de Héctor Astudillo.
Nos están tratando de tapar esa información, para que nosotros no la veamos”, aseguró la hermana de Efraín, quien trabajaba en la Secretaria de Salud y estudiaba Enfermería.
El fiscal general de Guerrero, Xavier Olea, informó que no tienen la certeza que lo hayan desaparecido policías y que ya realizaron los peritajes al vehículo donde viajaba Efraín.
Ya no es confiable para la sociedad tener autoridades de ese tipo”, apuntó Araceli.
Con información de Marco Antonio Coronel.
RMT
