El martes pasado, Bruno Eduardo, de siete años de edad, llegó a la primaria “Lamberto Hernández”, en la colonia Olivares, en Hermosillo, Sonora, acompañado de su padre, pero a la hora de la salida nadie fue por él.
Aproximadamente a las cuatro de la tarde, la directora del plantel localizó por teléfono al padre del niño, quien respondió que no iría por él porque estaba a punto de ingresar a un centro de rehabilitación. La madre de Bruno se reportó fuera de la ciudad.
Pudimos contactar al padre biológico y a la mamá que se presentó en las oficinas de esta Procuraduría”, dijo Wenceslao Cota Amador, procurador de la Defensa del Menor y la Familia, en Sonora.
Bruno fue canalizado al DIF estatal, donde se le realizan estudios psicológicos y médicos.
El menor permanecerá en un albergue hasta que alguno de sus padres demuestre que puede hacerse cargo de él.
Es una situación de abandono, el padre tuvo un primer acercamiento y manifestó que no tenía interés hacerse cargo del menor, hay desintegración familiar y existen otro tipo de antecedentes que se están valorando”, agregó el procurador.
Con información de Erika Palma
LHE