A cuatro meses del terremoto de 8.2 grados del pasado 7 de septiembre, el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, tiene otra cara.
El sismo cambió la fisonomía de pueblos enteros y la vida de más de 800 mil personas que resultaron afectadas.
Y cambió para siempre la forma en que los oaxaqueños enfrentan este tipo de contingencias y las medidas de prevención.
“Ahorita nos estamos normalizando. Juchitán va tomando su paso y hasta nos estamos acostumbrando a vivir con el temblor”, dijo el señor Félix Martínez Ruíz.
El terremoto dejó alrededor de 60 mil viviendas con daños. De ellas, 25 mil se destruyeron totalmente.
Sin embargo, miles de familias se han levantado de entre las ruinas para edificar nuevamente sus viviendas.
“Gracias a Dios que ya están ahorita por terminar la casita y la verdad pues fue terrible lo que pasamos el día 7 y el 23, pero ya se ha ido superando un poco esa situación, aunque no ha dejado de temblar”, describió la damnificada Victoria Guzmán Toledo.
Ixtaltepec, un pueblo cercano a Juchitán, perdió tres de cada cuatro viviendas.
Los habitantes utilizan diferentes formas y métodos de reconstrucción que van desde casas prefabricadas y las técnicas tradicionales de ladrillo y adobe.
“El proceso es preparar arena con cemento e irlo embolsando en costales, así como en tiras. Se va llenando en los costales de tiras y se va compactando con un tizón que le conocemos acá típicamente”, afirmó el damnificado Humberto Ordaz Toral.
En Juchitán y otros municipios de la región, todavía continúa el proceso de demolición de las casas dañadas, que aún no tiene fecha para concluir.
La mayor parte de los refugios temporales ya fueron levantados.
Solamente en Juchitán permanecen albergadas unas cuantas familias, entre ellas la de Ángela Castillo, en el albergue Che Gómez de la Primera Sección.
“Aquí nos sentimos más seguros, debajo de una lona que debajo de una loza, pues aquí tranquilamente estamos mejor”, enfatizó Ángela.
Se espera que, a partir de este lunes, las actividades en las escuelas del Istmo de Tehuantepec comiencen a normalizarse al 100% después de cuatro meses sin clases en la mayor parte de los planteles.
Con información de Jorge Morales
KAH
