CRIMEN Y SEGURIDAD

Asaltantes de trenes en Puebla utilizan a niños como ‘halcones’

Las bandas de asalta trenes que operan en los límites de Puebla y Veracruz utilizan a menores de edad como informantes. Son los llamados niños “halcones”.

Cuando los observan, la tripulación sabe que serán atacada más adelante.

“Miren ahí está el otro, son chamacos de 15, 14 años los que ponen aquí a la orilla de la vía. Están mandando la información del tren, qué traemos o cómo es para que los de allá arriba nos esperen”, dijo un maquinista.

Esta ocasión los vieron antes de llegar Acultzingo, Veracruz, en los límites con Puebla.

En el último vagón viajan policías contratados por Ferrosur. La zona de saqueos se aproxima. La primera señal es una góndola descarrilada. La segunda, los postes derrumbados.

Súbitamente, aparecen hombres arriba de los vagones. La tripulación sabe que ellos podrían cortar las mangueras de frenado para detener al tren.

“Se suben, nos votan la emergencia, nos paran, a fuerza. Es el frenado que tiene todo el tren, lo activan ellos, entonces nos paramos”, explica un maquinista de Ferrosur.

Minutos después el tren se detiene. Suena la alarma.

“Ya nos pararon el tren, a la fuerza. Todo está en emergencia el tren, ya no lo podemos mover. Hacen esto para robarlo”, detalla un maquinista de Ferrosur.

Por protocolo de seguridad la tripulación no puede descender del tren.

Alertan a la Policía de Veracruz del posible robo. Hay un punto de vigilancia muy cerca. Los primeros en llegar son los elementos que viajaban atrás. después llegan los refuerzos. Comienza el operativo.

“Nada más pónganse seguros por favor porque es que viene gente armada, buzos”, dice un policía de Veracruz contratado por Ferrosur.

Identifican la manguera que los asalta trenes cortaron.

Intensifican la vigilancia. Apuntan arriba, a la parte alta las montañas. Ahí suelen esconderse los asalta trenes. También vigilan las chozas improvisadas que han colocado los criminales. Avanzan. supervisan senderos y laderas.

“De aquí salen, buzos, de aquí salen los que roban el tren. No se metan algunos caminos que usan para delinquir”, dice un policía de Veracruz contratado por Ferrosur.

Entran a los túneles. El operativo se complica en la oscuridad, pero el tren se extiende por más de kilómetro y medio y tienen que revisar que nadie este saqueando en la penumbra.

“Son cinco que van adelante y estos cinco compañeros que van en la parte de atrás. Recorrimos hasta del otro lado y sin novedad”, explica el policía de Veracruz.

Los policías son distribuidos para evitar una emboscada.

“Aquí nos vamos a quedar resguardando hasta que salgan. Estamos distribuidos en lo largo del ferrocarril, entonces nos dividimos en algunas partes por si el ataque es en la entrada, en medio o hasta la cola”, señala el policía.

El tren está seguro. Llegaron más policías de Veracruz. La tripulación sale de la cabina. Cambia la manguera cortada y logra reactivar el tren. Esta ocasión, aunque los asalta trenes atacaron, los policías reaccionaron más rápido.

“Ha habido un aumento del 67%. No necesariamente todos los ataques hay robos, pero sí hay consecuencias, porque al detener el tren se pierde toda una cadena de logística que llevamos”, dice Lourdes Aranda, directora de Comunicación de Ferrosur.

 

Con información de Marco Antonio Coronel.

LLH