Desde que el terremoto devastó al Istmo de Tehuantepec el pasado 7 de septiembre, la ciudad de Juchitán está paralizada y en emergencia por el desastre.
Cuando oscurece es prácticamente imposible circular por la ciudad. Todas las calles están cerradas.
Ángela Pérez Villalobos, habitante de Juchitán, comentó que es triste porque están en la calle, ya no quieren dormir dentro de sus casas por miedo a que se registre un temblor.
Desde que se intensificaron las réplicas del sismo el pasado fin de semana nadie quiere estar dentro de una vivienda.
La población de Juchitán pasa las noches en catres, hamacas, colchonetas o duermen sentados por el temor a los sismos.
Albergue instalado en el campo de béisbol de Juchitán, Oaxaca (Twitter @ppcalzada)
Jaqueline Pérez Luis, habitante de Juchitán, dijo que todos están asustados; su casa esta deshecha y por eso no duermen en su interior por miedo a que continúen los temblores.
Amanece y nadie se siente descansado, pero con los primeros rayos del sol comienza la actividad; prenden anafres para preparar el desayuno, barren la banqueta y acomodan el campamento.
Luciano Ruiz Vásquez, habitante de Juchitán, dijo que desayunó dos blanquillos.
En Juchitán la gente sigue resguardando sus escombros y las pocas cosas que lograron rescatar.
Clara Morales, habitante de Juchitán, comentó que el trabajo escasea porque las calles permanecen cerradas.
En medio de la emergencia, Juchitán se ha organizado por familias, entre vecinos, amigos o compañeros para instalar campamentos improvisados en las calles en las plazas y en los parques; lo único que quieren por ahora es que deje de temblar.
Con información de Jorge Morales
BLR
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