CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Lluvias dejan más de 400 viviendas afectadas en Guerrero

En las regiones Tierra Caliente, Centro y Montaña de Guerrero suman más de 400 viviendas afectadas por el desbordamiento de arroyos y vertientes del Río Balsas derivado de las lluvias de las últimas 72 horas.

En la Tierra Caliente son cinco los municipios afectados, pero los daños se concentran en Ajuchitlán del Progreso, donde hay 238 casas dañadas; y Tlapehuala, donde el censo arrojó que 115 viviendas resultaron inundadas.

Pungarabato, Arcelia, y Coyuca de Catalán también reportaron viviendas afectadas por el ingreso de agua.

En la región Centro hubo 20 casas inundadas, 14 en el municipio de Eduardo Nery y 6 en Mártir de Cuilapa; mientras que en la Montaña se registró el desplome de una vivienda construida a base de adobe y lámina, además de tres derrumbes en caminos rurales y el arrastre de un vehículo.

“Debido al crecimiento del cauce del río Balsas y arroyos de la región de la Tierra Caliente en Guerrero, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Seguridad Pública, Protección Civil estatal y ayuntamientos prestan ayuda a la población afectada en al menos 5 municipios de esa zona, además de las acciones que implementa directamente el DIF Guerrero”, señaló Roberto Álvarez Heredia, vocero del Grupo de Coordinación Guerrero.

En los cinco municipios de la Tierra Caliente y los 2 de la zona Centro se habilitaron refugios temporales para brinda atención a decenas de damnificados.

“La Secretaría de la Defensa Nacional ha implementado el Plan DN-III de ayuda a la población afectada en una docena de comunidades de la Tierra Caliente, donde se han registrado inundaciones en los municipios de Coyuca de Catalán, Pungarabato, Tlapehuala, Ajuchitlán del Progreso y San Miguel Totolapan”, indicó Roberto Álvarez Heredia, vocero del Grupo de Coordinación Guerrero.

Elementos del Ejército Mexicano brindan auxilio a la población y despeja los caminos afectados por derrumbes.

Ante el riesgo de nuevos desbordamientos se mantiene un monitoreo permanente de los niveles de presas y corrientes de agua, a fin de prevenir percances mayores.

Hasta el momento no hay reporte de pérdidas humanas.

Con información de Isaac Flores.

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