CRIMEN Y SEGURIDAD

Adicción al fentanilo en EU, la epidemia que crece bajo prescripción médica

En Punto estuvo en Maryland, una de las zonas más afectadas por la adicción al fentanilo, una droga que ha dejado casi dos mil 500 muertos por sobredosis en lo que va de este año.

“En la clínica, supuestamente de restauración, es donde les dan la droga para que ellos dejen la droga a la que eran adictos, pero que se involucren en otra droga que ellos recetan para seguir su negocio; es esa la realidad”, sostuvo Alejandro Álvarez de La Casa del Alfarero en Baltimore.

La Pennsylvania Avenue en Baltimore es el reflejo de la crisis por el consumo de opiáceos en Estados Unidos.

El fentanilo, así como las mezclas y derivados de este opioide se consiguen con gran facilidad en las calles, pero también son prescritas por los médicos para tratar cualquier padecimiento, hecho que está generando una crisis de salud sin precedente en este país.

“Es fácil comprar heroína en las calles, en muchas ciudades, también en áreas rurales, pero encontrar heroína pura es muy difícil, los consumidores no saben si la heroína ha sido contaminada con fentanilo u otro sintético también y ahí es cuando vienen las sobredosis, es importante hacer saber a la gente lo que está comprando”, dijo Sanho Tree del Proyecto Política Antidroga de Washington.

“Aparentemente ellos limpian los vidrios de los carros, limpian sus parabrisas, pero más que todo es el negocio de droga porque viene el carro y ellos ya saben, traen su droga, son personas que aparentemente están ahí limpiando vidrios, haciendo un trabajo decente, pero no es así”, afirmó Alejandro Álvarez de La Casa del Alfarero.

Iglesias como la del pastor Álvarez se convirtieron en la primera línea de lucha ante la incapacidad de las autoridades para frenar la creciente adicción al fentanilo.

“Esta gráfica describe la fuerza del fentanilo frente a la heroína y la morfina. La heroína es dos veces más fuerte que la morfina. El fentanilo es 100 veces más fuerte que la heroína y el canfetanil es diez mil veces más fuerte. Lo único más peligroso que la heroína pura es la heroína impura”, explicó Sanho Tree del Proyecto Política Antidroga de Washington.

Pero no solo la venta de esta droga en las calles está aniquilando a un gran número de adictos.

El fentanilo también es la droga más prescrita por los médicos estadounidenses para aliviar cualquier dolor y en las farmacias se venden productos para tratar sobredosis.

“Este es el más usado, sólo tienes que presionar y funciona como un spray para el resfriado, de inmediato entra al sistema nervioso y elimina el opio del cerebro”, dijo Carin Miller de Concientización sobre la heroína en Maryland.

Un par de dosis de este tipo de medicamentos cuestan 600 dólares, es decir,  casi 11 mil pesos.

De acuerdo con el último reporte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, West Virginia es el tercer estado en la Unión Americana en consumo de opioides prescritos e ilegales; el Vicodin, Percocet y el Fentanol son los más comúnes.

“No podemos parar el tráfico de fentanil, es muy fácil de transportar, usando el sistema de correos, es muy pequeño y el carfentanil es todavía más pequeño”, agregó Sanho Tree del Proyecto Política Antidroga de Washington.

Steven Clark dirige una clínica de rehabilitación en Virginia.

“La demanda por opiáceos es muy alta debido a la demanda en Estados Unidos, lo que hace la situación sumamente complicada”, aseveró Steven Clark, director de la clínica Champ House.

Todos sus pacientes son víctimas de enfermedades que se transformaron en una adicción a medicamentos prescritos.

“Yo nunca he comprado pastillas en las calles, nunca he robado para comprar mis pastillas, siempre las he tenido gracias a recetas, siempre fue así”, relató David Oventon, adicto al fentalino.

Un dolor en su cuerpo hizo que durante cuatro años se enganchara a esta droga.

En Ohio, otra zona de alta adicción, las autoridades están preocupadas por el incremento de adictos y la letalidad del fentanilo.

“Uno de los últimos casos que hemos visto ha sido el carfetanol, en el que le adhieren un sedante que puede tranquilizar a un elefante y un gramo del tamaño de un grano de arena puede matar a una persona”, dijo José Morales de la oficina del sheriff Franklin Columbus, Ohio.

Con información de Joaquín Fuentes

LHE