CIENCIA Y TECNOLOGíA

Estación espacial china impactará contra la Tierra entre marzo y abril

La Estación Espacial china Tiangong-1 (“Palacio estelar-1), un laboratorio orbital de la Administración China del Espacio (CNSA), se estrellará contra la Tierra en las próximas semanas, pero se descarta impacte zonas pobladas.

La oficina de residuos del espacio de la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que la estación espacial china, de 8.5 toneladas de peso y que está fuera de control, ingresará en la atmósfera terrestre entre el 29 de marzo y 9 de abril próximos.

De acuerdo con los análisis realizados por la ESA, el artefacto caerá en algún punto situado entre los 43º Norte y 43º Sur de latitud.

Esto sitúa el lugar del impacto en una vasta región en la que están España, Francia, Grecia, Portugal o Italia, así como Australia y la mayor parte del continente africano y suramericano.

Se espera que la estación espacial se desintegre en la atmósfera y que sus restos caigan en una amplia zona con forma de elipse de miles de kilómetros de largo y decenas de kilómetros de ancho.

La ESA explicó que solo será posible conocer el lugar de entrada aproximado con un día de antelación y, por tanto, qué regiones del planeta podrán presenciar el suceso.

La fecha no se puede precisar debido a la variación de la velocidad del módulo por los constantes cambios de “clima” en el espacio, explicó Jonathan McDowell, un astrofísico de Harvard. La velocidad actual de la estación es de seis kilómetros por semana y en octubre era de 1.5 kilómetros.

La ubicación del impacto también se desconoce, podría ser en cualquier parte del mundo, no obstante, la agencia dijo que las probabilidades de que el choque afecte a algún ser vivo, son casi nulas.

“La probabilidad de que una persona en específico sea golpeada por algún fragmento del Tiangong-1 es un millón de veces más pequeña que ganar en el Powerball”.

China notificó a la Oficina para Asuntos del Espacio de Naciones Unidas (UNOOSA) acerca de la entrada, y solicitó, a través de un organismo coordinador formado por importantes agencias como la NASA, la ESA o Roscosmos, un seguimiento internacional del aparato.

La Tiangong-1 mide 10.4 metros de longitud y está compuesta por dos cilindros de un tamaño similar: en uno se encuentra un módulo de servicio y en el otro un módulo de experimentación. Además, va equipada con dos paneles solares de tres metros de ancho y siete de largo.

El laboratorio fue lanzado el 30 de septiembre de 2011 a bordo de un cohete chino Long March 2F/G, desde el desierto de Gobi, Mongolia, y ha albergado una misión no tripulada (en noviembre de 2011) y dos tripuladas (en junio de 2012 y junio de 2013).

En todo ese tiempo, ha completado una órbita en torno al planeta cada 90 minutos.

Desde su lanzamiento, la órbita de la Tiangong-1 comenzó a decaer a causa del leve rozamiento provocado por la atmósfera, a unos 300 o 400 kilómetros de altura, tal como ocurre también con la Estación Espacial Internacional.

Por ello, el laboratorio orbital usó en ese tiempo sus propulsores para mantenerse en órbita y recuperar altitud.

Dichas maniobras mantuvieron a la estación a una altitud de 330 a 390 kilómetros de altura, pero a partir de marzo de 2016, la agencia espacial china perdió el control sobre el aparato, por causas que no han trascendido.

A mediados de enero la Tiangong-1 ya estaba a 280 kilómetros de altura, en una órbita que la llevará de forma inevitable hasta la superficie del planeta.

A diferencia de lo que ocurre con otras naves, como las cápsulas Soyuz, la Tiangong-1 no está diseñada para soportar la fricción, y por eso quedará desintegrada y esparcida por una amplia zona en el plazo de unas semanas.

Para China, la Tiangong-1 fue el primer paso para su ambicioso objetivo de tener una estación espacial permanente en el espacio en 2020.

Ver más: China lanza su segundo laboratorio espacial, el Tiangong-2

Con información de EFE

KAH