“Incluso después de todos los ataques en contra mía, en contra de mi familia, en contra de la fundación (de los Moore) y ahora en contra de mi marido, él no se retirará”, dijo Kayla Moore en una comparecencia rodeada de mujeres en Montgomery, capital de Alabama.
Ocho mujeres, que en su mayoría tenían entre 14 y 18 años cuando supuestamente ocurrieron los hechos, han acusado a Roy Moore de abuso sexual en la década de 1970, algo que niega el candidato a senador por Alabama.
Pese a la negación, el aparato republicano en el Senado, encabezado por Mitch McConell, ha pedido la renuncia de Moore y ha amenazado con vetarlo en caso de que gane las elecciones del próximo 7 de diciembre, en las que se enfrenta al demócrata Doug Jones.
No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este jueves que son los votantes de Alabama quienes deben decidir si Moore llega a la Cámara Alta, consciente de la débil mayoría que su partido ostenta en el Senado y del contratiempo que supondría una victoria de Jones para su agenda legislativa.
Kayla Moore dijo que el The Washington Post, el diario que ha publicado la mayoría de acusaciones en exclusiva, ha contacto con todo su entorno y el de su marido de los últimos 40 años y que “ha impreso lo que sea que alguien diga sin ni siquiera comprobarlo”.
“La prensa progresista, The Washington Post, que apoyó a Hillary Clinton, que también apoya a nuestro oponente, se involucra en esta elección, junto a Human Rights Campaign (HRG), al Partido Demócrata y al ‘establishment’ de Washington. La misma gente que ataca al presidente Trump”, afirmó Moore.
“A la gente de Alabama -añadió-, gracias por ser más inteligentes de lo que creen que sois. Os insultarán, hablarán mal de vosotros, pero considerad la fuente”.
Moore, un exjuez de 70 años, está alineado con la llamada “derecha alternativa” que busca revolucionar el Partido Republicano, y ganó las elecciones primarias a otro candidato que tenía el respaldo del “establishment” conservador y de Trump.
Con información de EFE.
ramg