FAMILIA

Especialistas piden no excluir a abuelitos ante regreso a clases presenciales

Pese a que estos sentimientos pueden ser normales, los especialistas recomiendan detectarlos y tratarlos a tiempo

Los abuelitos que cuidaban a sus nietos durante la pandemia por COVID-19 podrían enfrentar tristeza, solead e incertidumbre tras el regreso a clases presenciales de los niños.

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La psicóloga, Michelle Charlier, indicó que los abuelitos deben reconocer el sentimiento “es importante que puedan hablar de esto, ‘me estoy sintiendo solo, me estoy sintiendo triste’, pero sobre todo hablar con alguien que lo valide, evitar estas conversaciones de ‘ya se te va a pasar, no seas exagerado’, poder escuchar para ver ‘bueno y ¿qué te gustaría hacer?’, ¿qué quisieras hacer con esto?”.

Pese a que estos sentimientos pueden ser normales, los especialistas recomiendan detectarlos y tratarlos a tiempo.

Adela Contreras es una abuelita que convirtió su casa en escuela, gimnasio y estudio desde que inició la pandemia de COVID-19.

La mujer dejó a un lado sus actividades diarias para adaptarse a las necesidades de sus nietos.

“A mí me ayudaron ellos mismos porque son los que aprendieron más a usar la tecnología, el famoso zoom, los maestros los días que tienen clase les mandan su link, y (tengo que) estar pendiente de que pongan atención porque son muy distraídos, tengo que estar sobre ellos para que entiendan la clase”, dijo la abuelita.

Adela ya se familiarizó con las clases virtuales, los horarios y la rutina; pero con el regreso a clases presenciales su dinámica cambiará.

“Me da gusto por ellos porque ya van a tener a sus compañeros, van a tener a sus maestros, pero pues también me da tristeza porque hay que volver a hacer muchos cambios”, comentó Adela.

La abuelita dijo que extrañará a sus nietos al regañarlos, apapacharlos, o estar interactuando con ellos.

“Si hay un sentimiento que permanece, que está constantemente en uno por más de 6 meses, entonces hay que solucionarlo, hay que ir con un profesional el problema de eso es que la emoción se queda, y si la emoción se queda entonces esa tristeza que pudo haber sido pasajera se vuelve eternamente y eventualmente se convierte, o se puede convertir en un trastorno, un trastorno ¿cómo cuál? como la depresión”, indicó la psicóloga.

Adela aprovecha las últimas semanas que le quedan con sus nietos en su casa, y ya planea dedicar el tiempo en actividades que le gustan como seguirse ejercitando virtualmente.

“Vamos a echarle muchas ganas, sobre todo hay que tener buena actitud y no decir no puedo y no quiero, sino porque puedo y porque quiero lo voy a hacer”, dijo Adela.

Con información de Farah Reachi

RVC