CRIMEN Y SEGURIDAD

Especialistas analizan una polémica medida francesa para calcular el PIB

El Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia (INSEE, por sus siglas en francés) incluirá en su medición las ganancias del comercio de estupefacientes, con lo cual prevén una variación de alrededor de 2 mil millones de dólares. Esta forma de medición de la economía ha generado polémica. En la mesa de Estrictamente Personal, Luis Miguel González, director editorial de El Economista, y Carlos Alberto Martínez, financiero y analista, discuten esas medidas y analizan qué pasaría si México adoptara incluir las ganancias del narco en la medición del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con Luis Miguel González, “una parte de la discusión tiene que ver con que, no hay que hacernos tontos, la economía no crece por que aumente el PIB. Si podamos un bosque, el PIB crece porque esa madera se usa para hacer muebles; si alguien se accidenta, cuenta como crecimiento del PIB, porque gasta en la hospitalización, en medicinas, en el doctor. Esto que hace Francia es hacerse tonto, porque es ‘cómo hacemos para que crezca el PIB’. Otra parte es entender mejor el tamaño de la llamada economía negra; por ejemplo, si uno tiene un tumor, el tumor crece y pesa y es parte del peso corporal”.

Carlos Alberto Martínez señaló que, con esas nuevas medidas, el Gobierno francés calcula un crecimiento de décimas de punto, pero “en México no serían décimas de punto, sino bastante más”. En Francia, “la utilidad calculada por el crimen organizado es de 2 mil millones de dólares, en México es de 19 mil millones de dólares, sería como el 1.5% del PIB”.

Abundó que estas medidas parten de una idea “de que es una visión cruda de lo que ocurre, las actividades ilegales están, el dinero fluye, y es una manera cruda de empezar a transparentarlo y decir que allí está”.

Luis Miguel González detalló que “la economía del narco está metida en la real, genera empleos, genera consumo; cuando lo pensamos, la cifra nacional, suena como abstracción, pero en economías regionales es relativamente fácil decir que se mueve cantidad de dinero por la cosecha de mariguana, la de amapola, por la compra de armas”. Como “la actividad del campo en Guerrer”, señaló Carlos Alberto Martínez”.

Además, “el que vende droga al menudeo, recibe el dinero y compra gasolina, compra comida”.

Raymundo Riva Palacio señaló, a propósito de la decisión de Francia de no incluir las ganancias de la prostitución en estas mediciones, que “ese ingreso no es medible por la subjetividad de la persona y eso modifica la medición; pero pienso cómo miden los ingresos del narco, a partir de decomisos, cultivos, de toda la información verificable”.

Carlos Alberto Martínez explicó que el Producto Interno Bruto “es todos los bienes y servicios que una economía produce en un tiempo determinado y básicamente todo entra en bien y servicio: ropa, comida, universidades, médicos, abogados, medios de comunicación, entretenimiento”. Así, pues, dijo, “si se incorpora la medición de esta economía, en México no sería mala discusión, porque es relevante la economía del narco, desde el punto de vista de producción y consumo, aunque todavía el consumo no es dramático, pero básicamente no es malo incorporar producción y comercio de enervantes ilegales en la medición de la economía nacional”.

Luis Miguel González señaló que “fundamentalmente se trata de una discusión simbólica, porque el mayor beneficiado, en buena medida, son las cuentas públicas; pero es una discusión para política pública, para la clase política, para mandarines, porque para ellos hace la diferencia decir que crecemos al 2, 3 o 4 por ciento. A la gente le puede afectar porque, si tienes una mejor medición, esto deriva en una política pública más clara; si supiéramos cuánto es, de manera más clara, podríamos tomar mejores medidas”. Consideró que, hasta ahora, “la legalización de las drogas está dominada por argumentos morales y de salud, pero podríamos poner una canasta económica, ver cómo afecta la captación fiscal y podría traducirse en mejores servicios públicos”.

Sin embargo, reflexionó Riva Palacio, “si se incorpora la utilidad del narco en el PIB, y se hacen ajustes cada año en el PIB, y se hacen ajustes de presupuesto, es como trasladar dinero ilegal a un dinero para políticas públicas”.

Pero, dijo Carlos Alberto Martínez, “ayuda en el dato; en término de la deuda pública, que es de 50% del PIB, tomando en cuenta el volumen de la economía, si estableces esta medida y le metes el ladrillote, la proporción cambia en favor del PIB y cambia la emisión de deuda y te puedes allegar recursos y tener más ingreso por la vía de la deuda, la emisión de deuda y la tasa de interés y puedes ejercer ese recurso en gasto para beneficiar a la gente. Es un asunto contable”.

Además, abundó Luis Miguel González, “contribuiría a tener una mejor política alrededor de las drogas; porque el enfoque hasta ahora es policiaco, moral, de salud, pero no incorpora el elemento económico; sería una mejor forma de tomar decisiones y creo que eso le urge a un capítulo en el que estamos atorados. Necesitamos cambiar la forma de discutir en este país y eso es una forma de reconocer el tamaño del problema, al reconocer cómo incide en la economía del país”.

Señaló que sería un reto enorme “para el INEGI, porque debería pensar cómo medirlo, y amplías la discusión, porque hasta ahora ha sido en torno de la violencia, el combate, la guerra y las armas”.

 

 

(Con información de Estrictamente Personal)

tfo