El volcán Tangkuban Parahu, en el oeste de la isla indonesia de Java, entró hoy en erupción y provocó una columna de ceniza de 200 metros que se precipitó sobre varias zonas residenciales en un radio de un máximo de dos kilómetros.
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Las autoridades emitieron una alerta naranja de aviación, la segunda más grave después de la roja, que indica que la nube de ceniza está por debajo de 1,000 pies, o 305 metros, según dijo el jefe de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Agus Wibowo.
El volcán Tangkuban Parahu, en Indonesia, entró en erupción y provocó una columna de ceniza de 200 metros. (@s_nurbayani)
Imágenes distribuidas por la agencia muestran una densa cortina de ceniza que cae cerca de varias casas y carreteras, automóviles y bosques cubiertos al completo por una capa gris de material volcánico.
Por su parte el Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos mantuvo al mínimo el nivel de alerta de erupción, aunque aconsejó a visitantes y montañistas que no se acerquen al cráter de este popular destino turístico situado en la provincia de Java Occidental.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica con 127 volcanes activos que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.
El ‘hijo’ del legendario Krakatoa, responsable de nueva tragedia en Indonesia
La erupción del Anak Krakatau, “hijo” del legendario volcán indonesio Krakatoa, provocó anoche un tsunami en el estrecho que separa a las isla de Sumatra y de Java con una cifra provisional de 222 muertos, 28 desaparecidos y 843 heridos.
El Anak Krakatau, con poco más de 300 metros de altura y con un cráter lateral, se encuentra en una isla de forma cónica deshabitada y que sirve de atracción turística en el estrecho de Sonda.
El volcán, uno de los 127 en activo en Indonesia, nación asentada sobre el “Anillo de Fuego del Pacífico”, expulsó ayer una columna de humo hasta medio kilómetro de su cumbre, junto a roca y ríos de magma.
La erupción pudo crear un corrimiento de tierra submarino que a su vez ocasionó un maremoto -con olas de hasta 2 metros de altura, según los expertos indonesios- que arrasó las costas del país.
A la actividad volcánica no le acompañó un fuerte movimiento sísmico, por lo cual el sistema de alarmas de emergencia y el tsunami cogió desprevenidos a centenares de personas en las playas.
Con información de EFE.
RAMG
