El candidato ganador a la gubernatura en Jalisco, Enrique Alfaro, adelanta que no buscará otro cargo de elección popular. Dedicará todo el sexenio, que inicia el 6 de diciembre, a concretar los compromisos que asumió en campaña.
Dijo que no admitirá que actores externos a su administración pretendan influir en sus decisiones.
Sobre su relación con el gobierno federal y el virtual presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que habrá una relación de coordinación gubernamental, no de sumisión. Será una voz crítica, pero descarta encabezar desde Jalisco una oposición nacional contra de López Obrador.
Fue insistente en que no habrá de reproducir la lógica que quienes van llegando a un cargo, y están pensando en el siguiente.
No aspiro ni voy a buscar ser candidato a nada más en mi vida; estoy mandando un mensaje de que voy a gobernar sin ningún tipo de distracción”, afirmó.
Nombró a Ismael del Toro como enlace para con el actual poder ejecutivo, legislativo y sectores de la sociedad.
A fines de julio presentará a su equipo de transición y su gabinete hasta octubre.
Dijo despachará en Palacio de Gobierno y evalúa si habita o no Casa Jalisco. Indicó que habrá sana distancia con grupos de poder en el estado.
Y a Raúl Padilla como a todos los actores políticos de este estado vamos a tomarlos en cuenta, vamos a sentarnos a platicar con ellos, vamos a escuchar su visión, su opinión respecto a lo que se tiene que hacer, pero también siempre habrá una distancia adecuada para no permitir que haya un actor político o grupo de poder que pretenda imponer su agenda personal o de grupo a la agenda del interés colectivo de los jaliscienses”, dijo.
Aceptó que uno de sus retos es el de la seguridad.
Dijo que no intentará intervenir en la administración de Aristóteles Sandoval.
Se desmarca de Movimiento Ciudadano ya que, dijo, gobernará para todos los jaliscienses.
Con información de Rodolfo Martín Guerrero.
