Este lunes, Nicaragua vivió una de las jornadas más tensas desde el pasado 18 de abril, cuando iniciaron las protestas contra el Gobierno del presidente, Daniel Ortega, y que hasta la fecha han dejado 91 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Fuerzas de seguridad irrumpieron en varias instalaciones universitarias, entre ellas la Universidad Nacional de Ingeniería, que se han convertido en bastiones de los manifestantes.
La Policía Nacional de Nicaragua y grupos paramilitares provocaron terror en las calles del centro de Managua; dispararon en contra de estudiantes y la población civil, lo que dejó un muerto y decenas de heridos.
Los estudiantes respondieron a los policías con morteros y piedras.
Al mediodía, con equipo antimotines y armas de grueso calibre, la Policía Nacional e integrantes de la Juventud Sandinista ingresaron a la Universidad Nacional de Ingeniería para desalojar a los estudiantes, que tomaron las instalaciones.
Desde hace 40 días, cientos de estudiantes mantienen tomadas diversas universidades públicas en protesta por la represión que se vive.
Un estudiante nicaragüense, de 15 años de edad, dijo que recibieron agresiones con “balas hechizas y con morteros” y que ellos repelen con piedras. Señaló que lucha “por la patria, para que no haya más dictadura”.
En respuesta, los estudiantes prendieron fuego a las instalaciones de una estación radiofónica vinculada con el Gobierno, lo que generó que la cadena de televisión gubernamental lanzara acusaciones en contra de diversas organizaciones que exigen la salida del presidente, Daniel Ortega.
Durante horas, los policías, a bordo de camionetas, recorrieron las principales avenidas de la capital del país disparando también en contra de la población que se encontraba en las calles, realizando sus compras.
Un ciudadano nicaragüense acusó que les “dispararon a matar… Veníamos del mercado a comprar, íbamos para la casa, ahí están las compras y nos dispararon. Les valió, no les importó que era el pueblo. Son asesinos”.
Los centros comerciales y hoteles cerraron temprano sus puertas.
La Policía se mantiene patrullando y disparando en contra de los jóvenes, que se encuentran en las calles.
“Esta dictadura, que está matando a los jóvenes, dictadura peor que la de Somoza, peor”, acusó otro ciudadano.
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Con información de Fátima Monterrosa.
RMT
