El reencuentro de Jennifer Aniston y Brad Pitt en los premios SAG fue la sensación de la noche.
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Como expertos que son los dos en los mecanismos del show bussiness, ofrecieron al planeta las imágenes que todo el mundo quería ver: gestos de complicidad, simpatía, risas, cierta provocación y mucha belleza, en una ceremonia en la que, por una vez, ambos fueron triunfadores.
Brad Pitt se hizo con un galardón al mejor actor de reparto, por Érase una vez en… Hollywood, mientras que Jennifer Aniston se llevó el premio a la mejor actriz de una serie dramática por The Morning Show.
Durante la parte de los discursos Brad Pitt, en una clara alusión a su propio caso y el de Angelina Jolie, ironizó con lo «difícil» que fue ponerse en la piel un tipo «que se coloca, se quita la camiseta y no se lleva bien con su mujer”.
En ese momento, la realización de la gala enfocó a Jennifer Aniston, que sonreía encantada entre el público. Pitt hizo otra broma relacionada con su vida sentimental y su estado civil diciendo que tendría que incluir este premio en su perfil de Tinder.
Por su parte, la actriz elogió a los creadores de The Morning Show por dar forma a personajes «complicados, complejos, feos y simplemente hermosamente humanos».
Mientras lo hacía, Brad Pitt escuchaba con muchísima atención a Aniston, quien eligió para su gran momento un vestido de raso blanco de Christian Dior con corte sirena y tirantes. Recordaba claramente al camisón inmaculado de Narciso Rodríguez con el que Caroline Bessette, relaciones públicas de Calvin Klein, se casó con John John Kennedy y que fue uno de los diseños nupciales más copiados y demandados de los años noventa.
Con información de El País
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