Este 22 de mayo, es el Día Internacional de la Biodiversidad, pero por desgracia las acciones han provocado graves problemas al planeta, como la aparición de enfermedades como el coronavirus (COVID-19).
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En los últimos años se han incrementado las enfermedades zoonoticas, es decir, aquellas que se contagian entre seres humanos y animales.
Son las enfermedades emergentes, como el COVID-19, que han provocado millones de muertes y daños humanos incalculables.
Rodrigo Medellín, investigador del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología de la UNAM, señaló: “Las zoonosis son ya un estándar natural, es una cosa con la que vamos a vivir el resto de nuestras vidas como individuos y como especie, ya las zoonosis son parte de la vida para todos los seres humanos en el planeta”.
En un seminario convocado en línea por el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés, organización no gubernamental que se encarga de la conservación del medio ambiente, especialistas coincidieron en que la causa de este incremento de enfermedades emergentes, es la pérdida de la biodiversidad, ocasionada por el ser humano.
Los investigadores plantearon que los daños ocasionados a los ecosistemas, la pérdida de hábitats y la modificación de ambientes naturales, ha ocasionado el declive de la biodiversidad y la propagación de las enfermedades zoonoticas.
Las enfermedades además, tienen un impacto socioeconómico, ya que contribuyen al crecimiento de la pobreza en algunas regiones del mundo.
La propuesta entonces de la organización WWF se centra en la reducción del tráfico ilegal de vida silvestre, así como asegurar que los ecosistemas sigan intactos y restaurar aquellos que se han degradado.
Con información de Karina Cuevas
LSH
