CORRUPCIóN

Empresa encargada de fabricar chalecos para trabajadores de Bansefi alteró pruebas de balística

Quienes se encargan de entregar el dinero de los programas sociales federales en efectivo en comunidades alejadas o que carecen de servicios bancarios, se convirtieron en fáciles víctimas para la delincuencia.

Al año reparten 70 mil millones de pesos en efectivo de los programas de Prospera y del adulto mayor. Los delincuentes los esperan para quitarles el dinero que saben que traen.

Bansefi, el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros es el encargado de la distribución de estos recursos y para proteger a sus trabajadores les compra chalecos antibalas, pero esa licitación no se hizo como debe de ser.

Hace un año, el 24 de agosto de 2017, Bansefi lanzó una licitación pública nacional para adquirir mil 200 chalecos con placas antibalísticas nivel III, que resisten disparos de fusiles. Los chalecos se entregarían a sus pagadores en todo el país.

La empresa ganadora de la licitación fue IBN Industrias Militares de Alta Tecnología Balística. La otra empresa participante, PMT, detectó que la ganadora falseó las pruebas balísticas de las placas.

Ellos presentaban un documento en el que se manifestaba un resultado que no cumplía con la convocatoria”, aseguró Gilberto Roldán, abogado de la empresa PMT.

La deformación que un disparo provocó en estos chalecos fue de 48 milímetros cuando la norma del National Institute of Justice de Estados Unidos, que supervisa productos balísticos en todo el mundo, permite hasta 44 milímetros.

Modificaron ese documento en la página de internet y anunciaron uno nuevo aparentemente, nos dimos a la tarea de solicitar al laboratorio que llevo la prueba, si este nuevo dictamen había sido emitido por ellos o no y no estaba en sus registros, por lo tanto se presumía apócrifo”, explicó el abogado.

Además IBN ofreció un precio mayor por los mil 200 chalecos: 23 millones 760 mil pesos, mientras PMT pedía 302 mil pesos menos.

En enero de 2018, Bansefi anuló la convocatoria y determinó que el contrato se debía asignar a la empresa PMT, que había cumplido con los requisitos, pero esto no sucedió porque argumentaron falta de presupuesto.

El tiempo en que se realiza la investigación es de ocho meses con base en la inconformidad que presentó una de las empresas, el tiempo fue avanzando y se tuvo que retirar el recurso financiero porque no se utilizó por parte del banco, se declaró simple y sencillamente ya nulo”, dijo Eduardo Campos, vocero de Bansefi.

El pasado 2 de abril, Bansefi adjudicó la compra de mil 200 chalecos a una tercera empresa: Armor Life Lab. Solo un día después, el 3 de abril entregaron todas las prendas y las placas balísticas.

Por medio de asignación directa le dieron ese contrato a una empresa diferente, a pesar de que este nuevo contrato y esta empresa también están por encima de la propuesta económica que nosotros presentamos”, señaló el abogado de la empresa PMT.

Armor Life Lab tiene certificadas ante el National Institute of Justice tres placas nivel III y una más nivel IV. A Bansefi le vendieron placas nivel III, modelo PB-III-CT, que incluso tiene grabado el logotipo de “Modelo enlistado en la NIJ”, pero en la base de datos del instituto, este modelo no aparece.

Nosotros no fabricamos estos chalecos, nosotros los compramos, si la empresa al final de cuentas no cumple, ese es un problema de la empresa, nosotros no podemos, no somos el área fiscalizadora”, argumentó Eduardo Campos, vocero de Bansefi.

“O bien había un tipo de arreglo o tal vez la mercancía ya se había entregado y solamente estaban regularizando el procedimiento”, infirió el abogado de la empresa PMT.

Con información de Raymundo Pérez Arellano

LHE