El atentado perpetrado en la avenida Campos Elíseos, en París, Francia, tiene eficacia mediática pese a que produjo un daño mucho menor que otros ataques recientes en Europa. “Tiene las repercusiones que se esperan de un acto como éste; además de que el perpetrado directamente por el Estado Islámico, por la velocidad con la que lo realiza y por la rapidez con la que lo reivindica en varios idiomas, lo que significa que ya lo tenían preparado”, consideró el internacionalista Mauricio Meschoulam, en la mesa de Despierta con Loret.
Destacó que este ataque, además, beneficia a Marine Le Pen y a Francois Fillon en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que se realizarán el próximo domingo.
Gabirel Goodliffe, profesor del ITAM, coincidió en que el objetivo es generar terror después de nueve meses sin atentados. “El estado de sitio en Francia duró desde 2015, pero llevábamos nueve meses sin problemas; el tema del terrorismo había estado incluso fuera las campañas.”
Este ataque, redondeó Meschoulam, regresa el debate de la pertinencia de abrir o cerrar fronteras, “volvemos a la necesidad de tener control sobre las fronteras, sobre quién entra al país, con la sensación de que el peligro viene de fuera y tenemos que cerrar las fronteras. Eso se reposiciona si se confirma que el atacante procedía de Bruselas y está la posibilidad de revisar la posibilidad que tienen las personas de migrar entre los países de la Unión Europea”, se reaviva la necesidad de controlar quién entra y quién sale para atender las amenazas.
En cuanto a los temas económicos, Goodliffe recordó que Emmanuel Macron es un radical del centro y lo calificó como “algo totalmente nuevo”, porque está aparte de los partidos tradicionales, pero fue ministro de Economía de Hollande, “impulsó leyes de liberalización de trabajo, sale de la mejor escuela de administración francesa y no tiene el perfil de alguien radical, hizo bien al presentarse como una cara nueva, pero sus ideas no son tan diferentes” de las que tienen los candidatos tradiciones. Sin embargo, concede, puede tener tranquilos a los mercados.
En contraste, Marine le Pen y Jean-Luc Melenchon preocuparían a los mercados, “porque están por el Frexit, y la agenda de Macron, por su perfil, está más apegada a la economía, no tanto a la seguridad”, redondeó Meschoulam.
Goodliffe consideró que no se puede aventurar qué podría pasar, porque “si vemos las encuestas de antes del Brexit y de la elección en Estados Unidos, los favoritos deberían estar inquietos”, destacó que el resultado de la primera vuelta es incierto, porque “una semana antes de la elección 30% de los franceses no estaban seguros de por quién iban a votar y el abstencionismo ayudaría a los radicales Le Penn y Melenchon, que tienen voto duro, al mismo tiempo que muchos franceses están cansados del voto útil, porque nada cambia con ese voto”.
