La junta de portavoces en el Parlamento de Cataluña ha fijado para el próximo jueves un pleno ya que el presidente catalán Carles Puigdemont podría declarar la independencia unilateral, aunque no figura en el orden del día.
“Hemos solicitado la celebración de un pleno específico para dar respuesta a la agresión del acuerdo del Consejo de Ministros de la aplicación del Artículo 155 de la Constitución”, dijo Lluis Corominas, portavoz de “Juntos por el Sí”.
Por su parte, Carlos Carrizosa, vocero de Ciudadanos, señaló que: “Ese pleno se convoca bajo un guión que es un guión de cinco puntos que oculta cuál es la verdadera intención del Gobierno de la Generalitat y de la presidenta del Parlamento. Nuevamente la opacidad, la ocultación, la mentira vuelven al Parlamento de Cataluña. Nos convocan a un pleno en el que sabemos de qué hablaremos, pero tenemos que intuir cuáles serán las propuestas que se harán porque no las sabemos”.
Puigdemont está presionado, no sólo por su partido, el P de Cat sino fundamentalmente por sus socios de gobierno Ezquerra Republicana de Cataluña y la CUP. Sin embargo, algunos políticos catalanes piensan que esta difícil situación todavía se pueda arreglar.
Para Joan Coscubiela, portavoz de Cataluña Sí que es Pot, “hay dos personas que tienen dos llaves. El señor Rajoy tiene la llave de evitar la barbaridad política más grande que se haya podido cometer en este país en los últimos decenios, interviniendo al autogobierno y al mismo tiempo danto un golpe muy fuerte al pacto constitucional del año 1979, y el presidente Puigdemont tiene una llave menor, pero una llave al fin y al cabo que es la de convocar o no convocar a las elecciones autonómicas”.
Sin embargo, se baraja la posibilidad de que Puigdemont aplazara la proclamación de independencia ya que el jueves o el viernes podría acudir al Senado en Madrid para presentar las alegaciones sobre la aplicación del Artículo 155 cuando él aún no ha proclamado la independencia.
El gobierno de Mariano Rajoy, por otra parte, insiste que a partir del sábado Carles Puigdemont y el resto de los consejeros quedarán inhabilitados de sus puestos y serán los números dos y tres de las respectivas consejerías catalanas los que ejerzan de consejeros. Eso sí, se limitarán a cumplimentar los dictados del gobierno central. Se trata de ciento ochenta altos cargos de la Generalitat de Cataluña a los que no les afectará las resoluciones del Artículo 155 siempre y cuando acaten lo que diga el gobierno. De lo contrario también quedarán inhabilitados y se les acusará de rebeldía que implica pena de prisión.
Con información de Alberto Peláez
AAE
