El cardenal, que fue ministro de finanzas del papa Francisco, fue acusado en junio de abusar sexualmente de numerosas personas en el estado australiano de Victoria. Los detalles de las acusaciones contra el cardenal de 76 años no han sido revelados aún, aunque la policía describió los cargos como “históricos”, lo que significa que los presuntos abusos ocurrieron hace décadas.
La sala del tribunal fue cerrada al público y la prensa mientras los testigos declaraban por video desde un lugar no revelado, pero fue abierta el miércoles por la tarde luego que la última presunta víctima ofreció evidencia.
El primer testigo en declarar en la corte abierta fue Bernard Barrett, voluntario de Broken Rites, un grupo que defiende a víctimas de abuso clerical.
Barrett dijo a la corte que recibió un mensaje electrónico de la madre de una víctima a finales de 2014.
El abogado de Pell, Robert Richter, acusó a Barret y Broken Rites de inventar acusaciones y tratar de atribuir delitos al católico de mayor rango en Australia.
“Ustedes abogan públicamente y critican públicamente a la Iglesia católica en particular”, dijo Richter.
“Ustedes inventan cosas en el portal y en otras partes acusando a la iglesia de encubrir abuso sexual, ¿no es así?”, añadió Richter.
Barrett replicó: “Nosotros no inventamos las acusaciones, simplemente declaramos los hechos”.
El padre de una presunta víctima que murió de sobredosis de drogas en 2014 también hizo declaraciones por video el miércoles antes del cierre de la audiencia. El padre no puede ser identificado.
Con información de AP.
RAMG