ESTADOS UNIDOS

Administración Trump recomienda acabar con beneficio migratorio TPS

El Departamento de Estado recomendó poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para Nicaragua, Honduras, El Salvador y Haití, del que se benefician 413 mil 500 inmigrantes que residen y trabajan legalmente en Estados Unidos, informó este viernes The Washington Post.

El rotativo capitalino, que cita funcionarios bajo condición de anonimato, explicó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el encargado de tomar la decisión sobre el TPS, recibió esta semana la recomendación del Departamento de Estado.

El TPS es un programa migratorio creado en 1990 que Estados Unidos concede de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.

Actualmente viven 439 mil 625 inmigrantes en Estados Unidos amparados por el TPS, según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

En su mayoría son salvadoreños (263 mil 282), hondureños (86 mil 163) y haitianos (58 mil 706). De Nicaragua hay 5 mil 349 beneficiarios.

Los otros países con TPS son africanos y asiáticos, destacando Nepal, con 12 mil 967 beneficiarios, y Siria, con 6 mil 177.

En el caso de Honduras y Nicaragua, Estados Unidos concedió el TPS en 1998 tras el paso del devastador huracán Mitch por Centroamérica. El Salvador lo recibió en 2001 producto de una serie de sismos y Haití en 2010 por su catastrófico terremoto.

En los últimos años, los beneficiarios del TPS han visto cómo su permiso se renovaba de manera automática por periodos de 18 meses, pero ahora el Gobierno de Donald Trump decidió reevaluar las condiciones que justificaron la concesión del programa.

Según los funcionarios que hablaron con The Washington Post, el Departamento de Estado ha concluido que los problemas de violencia, corrupción y pobreza que todavía atraviesan algunos de estos países centroamericanos y Haití no tienen que ver con los desastres que provocaron la concesión del TPS.

La decisión definitiva sobre el TPS a hondureños y nicaragüenses tiene que llegar en los próximos días, ya que el Gobierno debe pronunciarse 60 días antes de que expire el próximo 5 de enero.

En el caso de los haitianos y salvadoreños, el TPS expira el 22 de enero y el 9 de marzo, respectivamente, por lo que el Gobierno también tiene que tomar una decisión definitiva en las próximas semanas.

El TPS no abre ninguna vía para la residencia permanente ni ningún otro estatus de regulación migratoria, por lo que, si el Gobierno decide no prorrogarlo, sus beneficiarios tendrían que volver a su país de origen o se convertirían en inmigrantes indocumentados y podrían ser deportados.

Con información de EFE.

FJMM